Los Angeles Clippers, el equipo al que su anterior franquicia eliminó en una histórica serie de playoffs en la última temporada, será el nuevo hogar de Pablo Prigioni en la NBA: a los 38 años, el base el cordobés se sumará a un equipo con ambiciones de calzarse el anillo de campeón.
Los últimos días fueron una montaña de novedades para el riotercerense. E inclusive se manejó, con fuerza, la posibilidad de regresar a la Liga Española, en la que es un ícono.
Sucede que Houston Rockets, su último equipo, lo había traspasado a Denver Nuggets, pero estos lo dejaron en libertad. Ya como agente libre, Prigioni llegó a un acuerdo para sumarse a Los Angeles Clippers.
La franquicia angelina es dirigida por Doc Rivers (un exbase) y tiene como conductor a Chris Paul, en tanto que Austin Rivers, el hijo del DT, es otro de los armadores.
Lo interesante es que el base jugará con Blake Griffin y DeAndre Jordan, dos jugadores con enorme capacidad de salto, que pueden aprovechar el excelente juego de pick and roll y la lectura de Prigioni.
Los Clippers serán los terceros en contar con Prigioni en la NBA (por supuesto, no debería tenerse en cuenta el paso fugaz, en los escritorios, por Denver).
El base arrancó su carrera en la mejor liga del mundo con la camiseta de New York Knicks y a mitad de la temporada pasada fue traspasado a Houston Rockets. Ahora llega a los Clippers, su nuevo hogar, el nuevo desafío.