Este viernes, a los 56 años, falleció Gustavo Cisneros, uno de los entrenadores más queridos y respetados del fútbol del ascenso en Argentina, tras una extensa batalla contra un cáncer que comenzó en su próstata y se extendió a sus huesos. A lo largo de su carrera, Cisneros dejó una huella profunda en todos los clubes que dirigió, y su valentía frente a la enfermedad fue tan notable como su éxito en el fútbol.
"Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestro querido DT Gustavo Cisneros, un gran profesional que tuvimos la suerte de tener en el Club, pero por sobre todo una excelente persona. Acompañamos en este difícil momento a su familia y seres queridos", publicó el Club Fénix, donde Cisneros desempeñaba su rol como manager tras verse obligado a dejar el cargo de entrenador debido al avance de su enfermedad.
A lo largo de su carrera, Cisneros dirigió más de 600 partidos en el ascenso argentino, pasando por equipos como Sacachispas, Excursionistas, Almirante Brown, San Telmo, Flandria, Deportivo Español, entre muchos otros. Su experiencia también lo llevó a dirigir fuera de Argentina, en equipos como Rampla Juniors de Uruguay, Unión de San Felipe de Chile y Cultural Santa Rosa de Perú. Fue en este último país donde comenzó su lucha contra el cáncer en 2021, al sentir síntomas preocupantes como la presencia de sangre al orinar.
"Con el resultado de la resonancia me derivaron a un urólogo/oncólogo. Ahí ya cuando escuchás 'oncólogo' se te viene el mundo abajo", recordó en una entrevista. El diagnóstico fue devastador: "Profe, tiene un cáncer abusivo", le dijo el médico, advirtiéndole de la gravedad de la enfermedad.
Una lucha incansable: la batalla contra el cáncer
Cisneros demostró una fortaleza excepcional durante su lucha contra el cáncer. Luego del diagnóstico, se sometió a un tratamiento largo y doloroso, con 14 sesiones de quimioterapia, lo que le permitió, en un primer momento, superar la enfermedad. "10 cm en Perú, 8 cuando hicimos el PET en julio. Después de ocho quimios, en la tomografía de octubre medía 1 centímetro. Y ahora... 'próstata en tamaño y forma normal'. Qué sensación inexplicable...", compartió Cisneros en redes sociales, mostrando su alegría por la evolución positiva de su salud. Sin embargo, en febrero de 2024, cuando parecía que la enfermedad había quedado atrás, el cáncer regresó de manera aún más agresiva.
"Fue muy duro luchar contra el cáncer. Fui muy ingenuo pensar que le había ganado. Ha vuelto furioso, agresivo, sin piedad, todos los ganglios linfáticos explotados, muy triste, no hay con qué parar el dolor", se lamentaba.
Cisneros nunca dejó de luchar. Decidió seguir dirigiendo en el Club Fénix mientras enfrentaba nuevamente las dolorosas sesiones de quimioterapia. "Voy a seguir dirigiendo hasta que el cuerpo me dé, es una decisión de vida", afirmaba con determinación.
Su ejemplo de lucha y dedicación a su trabajo inspiraba a su equipo y a todos los que lo rodeaban. Incluso cuando tuvo que ser internado para estudios médicos, insistió en retrasar su ingreso al hospital para poder dirigir a su equipo en un partido contra Cañuelas. Finalizado el encuentro, se dirigió al sanatorio para continuar con su tratamiento.
Legado de lucha, valentía y enseñanzas fuera de la cancha
El fútbol fue su pasión, pero la lucha de Cisneros por la vida trascendió los límites de la cancha. Consciente de la importancia de la prevención, el entrenador aprovechó su propia experiencia para dar un importante mensaje a la sociedad. "Yo también veía innecesario algunos chequeos, hasta que a los 52 años me enteré que en lugar de una piedrita en el riñón tenía un tumor de 11 centímetros. Nunca fumé ni tomé alcohol, estoy dedicado al deporte desde los ocho años, nadie está a salvo de esta enfermedad maldita que está en todo el mundo", solía decir, buscando que su experiencia sirviera para sensibilizar a otros sobre la importancia de la salud y la prevención.
En su rol de director deportivo en Fénix, después de dejar la función de entrenador, Cisneros continuó brindando su experiencia y apoyo a los jóvenes jugadores, a quienes les enseñaba más allá del fútbol. "Fénix es un club con chicos jóvenes, en el que no tenemos el mismo presupuesto que otros clubes de la categoría, pero estamos para luchar de acuerdo a las exigencias del torneo", aseguraba. Y, más allá de los partidos, sus enseñanzas sobre la importancia de la resiliencia y la lucha ante las adversidades quedarán como un legado imborrable. (Con información de Clarín)
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