Tras lo sucedido en la Bombonera, desde River habían decidido llamarse al silencio. Refugiándose y, con suma cautela, aguardar la decisión de la Conmebol. El fallo del organismo determinó la clasifcación del Millo a los cuartos de final de la Libertadores y, ahora sí, ya puede pensar en Cruzeiro, el rival a enfrentar.
Por este motivo, Marcelo Gallardo hablará, luego de algunos días callado, al igual que el resto de su plantel. Al Muñeco se lo había visto indignado por todo lo que sufrió su equipo en la Boca y había expresado brevemente su enojo y bronca. No mucho más. Ahora sí se presentará ante los micrófonos.
Ayer, los futbolistas Leonel Vangioni y Matías Kranevitter retomaron el trabajo junto al plantel de River Plate tras superar los efectos de la agresión que sufrieron el pasado jueves durante el Superclásico ante Boca, por los octavos de final de la Copa Libertadores.
Ambos futbolistas dejaron atrás el reposo de 48 horas que les había sido indicado por el cuerpo médico del plantel profesional millonario y en el que fueron sometidos a diferentes estudios de la vista.
En tanto, el mediocampista Leonardo Ponzio y el defensor Ramiro Funes Mori, los otros afectados, se presentaron en la práctica matutina que se llevó a cabo en el predio de Ezeiza pero no se entrenaron, ya que tienen que cumplir 72 horas de reposo.
A estos cuatro futbolistas le habían diagnosticado queratitis química y abrasiones de córnea producto del líquido que recibieron desde la tribuna de Boca Juniors durante el entretiempo del partido de vuelta de los octavos de final. A su vez, el delantero Sebastián Driussi sigue internado en un clínica porteña por un síndrome meníngeo.