El fútbol argentino está siendo apuntando por todos lados. Luego de que salieran a la luz turbias escuchas telefónicas del fallecido Julio Humberto Grondona y que a la Asociación del Fútbol Argentino le designaran veedores, ahora es el arbitraje el que está bajo la lupa. Es la Administración Federal de Impuestos Públicos (AFIP) la que está recayendo sobre varios jueces de renombre por considerar que no podrían justificar su situación patrimonial.
A los ya suspendidos Pablo Lunati, Diego Ceballos y Javier Uziga, el ente recaudador podría sumarles los nombres de los árbitros Sergio Pezzotta, Germán Delfino, Carlos Maglio, Saúl Laverni, Nicolás Lamolina y de los asistentes Gustavo Esquivel y Diego Romero. Ante esta situación, uno de los sindicatos de jueces (la Asociación Argentina de Árbitros) mantuvo una extensa reunión para determinar los pasos a seguir. Tras la misma, se emitió un duro comunicado en el que denuncian "avallasamiento a la dignidad y honorabilidad" y en el que amenazan con provocar "un grave perjuicio al fútbol argentino". El mismo fue firmado por jueces como Federico Beligoy, Patricio Loustau, Diego Ceballos, Germán Delfinoy Mauro Vigliano, entre otros.