Lionel Messi se para ante la maraña de periodistas y suelta palabras. Se toca el pelo, gira la cabeza de un lado al otro y luce mucho menos cómodo que en la cancha.
"En el segundo tiempo jugamos mucho más lento que en el primer tiempo, es una realidad. No sé si por lo físico. Nos pasó lo mismo con Paraguay. Nos costaba encontrar los espacios. No sé por qué pasó", tira Messi.
Y sigue: "No se dio, al igual que el otro día, pero lo importante es que se crean situaciones de gol claras. Hicimos un gran primer tiempo. Hay que seguir así y ojalá que en los partidos que vienen podamos convertir todas las situaciones que creamos".
El rosarino no tuvo un gran partido en su encuentro número 100 con la camiseta de la Argentina. Apenas un par de sus zurdazos típicos, con arranques de derecha al centro, que salieron anchos. Pero poco más. En el segundo tiempo, al igual que todo el equipo, bajó su nivel y terminó más cerca del círculo central que del área rival.
Ahora se viene la parte más linda de la Copa. Y Messi sabe que no será fácil. "Chile está jugando muy bien, Colombia ante Brasil demostró que es candidata también", avisa.