En una tarde llena de emociones y pasión futbolera, Peñarol logró una remontada impresionante para vencer 2-1 a Sportivo Urquiza en el Nuevo Estadio Mondonguero, en el marco de la novena fecha de la Copa doméstica de la Liga Paranaense.
El clásico más esperado de la liga paranaense no defraudó a los aficionados que se congregaron en el estadio este sábado. La V Azulada tomó la delantera con un gol de Fidel González, poniendo el marcador 1-0 a su favor. Sin embargo, la determinación del tricolor no tardó en manifestarse.
Peñarol, dirigido por su arquero y capitán, dio un giro al partido en el segundo tiempo. Agustín Morales empató el juego a los 4 minutos del complemento, desatando la euforia entre los seguidores tricolores. El equipo continuó presionando y, con un rendimiento destacado, logró el gol de la victoria para sellar el 2-1 final.
El árbitro principal, Alexis Caisso, supervisó el emocionante encuentro, donde cada minuto estuvo cargado de tensión y emoción. Al final del partido, el arquero y capitán del tricolor compartió con <b>Elonce</b> sensaciones sobre la victoria: "Fue un partido trabado, en donde el que hacía el gol ganaba. Era importante ganar el clásico para arrancar bien el año que viene. Ser el capitán es una responsabilidad enorme, guiar y aconsejar a los chicos es muy importante", expresó.
A pesar de la euforia de la remontada, Peñarol, en su 97º aniversario, no logró clasificarse para la final de la Copa de la Liga Paranaense. Aunque se quedaron fuera de la pelea por el título, la victoria en el clásico dejó a los aficionados tricolores con un sabor agridulce, esperanzados para futuros desafíos en el fútbol local.
(Imágenes: Prensa de la Liga Paranaense)