Es la "pelea del siglo" en la "ciudad del pecado". Un campeón invicto dejará el retiro a los 40 años, subirá de nuevo al cuadrilátero y pondrá en juego su legado ante otro campeón, un novato, once años más joven, que buscará dar el batacazo y lograr algo que nunca nadie antes pudo lograr: noquearlo.
Floyd Mayweather Jr., uno de los mejores boxeadores de la historia, y Conor McGregor, campeón de artes marciales mixtas, quien se calzará por primera vez los guantes para una pelea profesional de boxeo, se pararán, hoy, frente a frente, en el cuadrilátero del estadio T-mobile, en Las Vegas. Unas 20.000 personas vivirán el combate en vivo. Otras 50 millones de personas, sólo en Estados Unidos, la verán en la televisión. Gane quien gane, triunfará el negocio: si las previsiones se cumplen, será la pelea más lucrativa de la historia.
El combate, denominado "la pelea del siglo" -la misma denominación que había recibido la última pelea de Mayweather, contra Manny Pacquiao-, tendrá condimentos inéditos: el choque de estilos, la inexperiencia de McGregor, el marcado favoritismo de Mayweather, que conjugarán para muchos un espectáculo antes que un evento deportivo, que traspasará los límites del mundo del boxeo. Una máquina de hacer dinero.
Mayweather, considerado por muchos el mejor defensor que ha visto el boxeo, nunca ha sido derrotado: se retiró triunfante de 49 peleas en dos décadas de carrera. Si gana, superará el récord de Rocky Marciano y se parará, solo, arriba de todos.
McGregor forjó su gloria en otro terreno, más agresivo y sangriento. Es figura estelar del universo de las artes marciales mixtas (MMA). Es el "underdog": nunca participó de una pelea de boxeo profesional, y nadie, salvo él mismo, cree que triunfará. Pero si lo logra dejará una mancha imborrable en el historial de Mayweather y dará un batacazo único en el deporte.
El prólogo del combate calentó el ambiente y el negocio. Ambos pugilistas, verborrágicos, polémicos y provocadores, se atizaron antes de acordar la pelea y se insultaron hasta el hartazgo durante la gira promocional que los llevó a Los Angeles, Nueva York, Toronto y Londres. Una decisión atípica tensó un poco más la previa: acordaron usar guantes más livianos que los tradicionales. Ambos prometieron arrancar a fondo. Ambos prometieron un KO.
<b>Un jugosísimo negocio</b>
El grueso de los ingresos provendrá del "pay per view" de la televisión. Habrá dos audiencias: la del boxeo y la de las artes marciales mixtas. La pelea entre Mayweather y Pacquiao tuvo 4,6 millones de suscriptores que dejaron más de US$ 400 millones en ingresos, un récord que, según las expectativas, será desterrado. Stephen Espinoza, vicepresidente de Showtime, que posee los derechos televisivos del encuentro, dijo que esperan rozar los 5 millones de abonos. Eso, sin contar los ingresos fuera del país.
La venta de entradas ha avanzado lenta por los precios siderales. En Stubhub, uno de los sitios más populares para las compras de segunda mano, aún podían conseguirse tickets a precios descontados, desde 1600 a más de 16.000 dólares, frente al ring. Así y todo, los organizadores confían que el estadio estará lleno, y que recaudarán unos US$ 70 millones.
Luego están los ingresos por la publicidad. Un dato: Tecate pagó 5,6 millones de dólares para ser la cerveza oficial y poner su nombre en las cuatro esquinas del cuadrilátero en la pelea de Mayweather con Pacquiao. Las estimaciones hablan de que la pelea generará globalmente un piso de US$ 600 millones.
Además de la bolsa, ambos pugilistas cobrarán ingresos por los avisos en su indumentaria. Aun si pierde, "Money" Mayweather ascenderá en el top ten de atletas mejores pagos de la historia. Ya es el boxeador mejor retribuido, y tras la pelea podría sumarse a la elite de deportistas que logró facturar US$ 1000 millones en su carrera, según Forbes. Allí lo esperan Michael Jordan, Tiger Woods, Arnold Palmer, Jack Nicklaus y Michael Schumacher. Jimmy Kimmel, un comediante que conduce un programa televisivo nocturno, le preguntó cuánto espera sacar por la pelea. "350 millones de dólares", respondió Mayweather. A tono con los tiempos, McGregor anunció en su cuenta de Instagram cuánto espera cobrar: más de US$ 100 millones.
El negocio desbordará el estadio. Otro dato: apenas se confirmó el choque, los hoteles de Las Vegas comenzaron a mover los precios. Antes del anuncio, una estadía de tres noches costaba, en promedio, 133 dólares, según el sitio LasVegas.com. Tras el anuncio, los precios subieron y el promedio saltó un 79 por ciento, a 233 dólares.
Otro negocio imposible de obviar: las apuestas. Barry Orr, de la casa de jugadas Betfair, dijo al Daily Mail que la pelea romperá todos los récords por "mucho, mucho tiempo". El temor: un batacazo de McGregor. En ese caso, algunas casas de apuestas hablan de una pérdida que oscila en los US$ 50 millones.
Y, por último, los bares. De costa a costa, los bares, punto de encuentro para mirar eventos deportivos en Estados Unidos. En Nueva York, un pub irlandés, McGettigan's, cobrará 40 dólares la entrada y ofrecerá un paquete de "barra libre" de 60 a 90 dólares.
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