Real Madrid y Barcelona empataban 1-1 en la ida de la final de la Supercopa de España, a falta de poco más de 10 minutos del final del partido. De todos modos, había más acción reservada para los últimos instantes del choque.
Y Cristiano fue protagonista central del cierre de la jornada en el Camp Nou. A los 34 del segundo tiempo, recibió un pase en velocidad en el sector izquierdo del ataque merengue.
Tomó la diagonal al centro, enganchó hacia su perfil y apenas ingresó al área, disparó y la pelota se coló en el ángulo superior izquierdo de Ter Stegen. Para festejar el golazo, Cristiano se sacó la camiseta y recibió la primera tarjeta amarilla.
Sin embargo, apenas unos tres minutos después y a sólo ocho del final, el mediapunta cayó en el área ante la marca Samuel Untiti. El árbitro observó simulación y le sacó la segunda tarjeta amarilla. De esta forma, el astro portugués se retiraba expulsado.
Sólo quedaría tiempo para el tercer gol del Real, que marcó Asensio para permitirle al Merengue jugar el desquite con una ventaja considerable.