Los últimos días que vivió Luis Miguel Rodríguez fueron una montaña rusa de emociones. Por un lado está el dolor tras el fallecimiento de su padre y por otro la felicidad por la histórica clasificación de Colón a la final de la Copa Sudamericana, con él como pieza fundamental con goles en las dos semifinales y en la definición por penales en el Mineirao de Belo Horizonte.
"Mi papá, desde que yo era muy chiquito, quería que juegue al fútbol, que juegue en Primera y que tuviera logros. La verdad que no podía defraudarlo, no podía quedarme en mi casa a llorarlo cuando siempre me recalcó que quería que juegue", afirmó, conmovido luego del triunfo sobre Atlético Mineiro en suelo brasileño que catapultó al Sabalero al duelo contra Independiente del Valle en Asunción, el 9 de noviembre.
Además, el Pulga agregó: "Esto es una alegría dentro de tanta tristeza. Mi viejo siempre lo quiso, quería que lo disfrutara, así que estoy contento por estar en una final. Queremos más, ir por el campeonato que es lo que preparamos".
<blockquote class="twitter-tweet" data-lang="es"><p lang="es" dir="ltr">??"No podía quedarme en mi casa a llorarlo"<br><br>La tremenda confesión del Pulga tras la dura pérdida que tuvo antes de la serie que lo puso como héroe de <a href="https://twitter.com/ColonOficial?ref_src=twsrc%5Etfw">@ColonOficial</a> <a href="https://t.co/22PNGI3S5R">pic.twitter.com/22PNGI3S5R</a></p>— CONMEBOL Sudamericana (@Sudamericana) <a href="https://twitter.com/Sudamericana/status/1177450753532628992?ref_src=twsrc%5Etfw">27 de septiembre de 2019</a></blockquote>
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