Ni el más pesimista hincha de Tigre ni el más optimista hincha de Huracán iban a imaginarse un resultado así. La mano arrancó cambiada para el local, después de que Arzura tocara el balón con su brazo en el área y Mauro Bogado abriera la cuenta. Pero los interrogantes en el elenco anfitrión aumentaron cuando Montenegro habilitó a Espinoza, quien no falló y puso el 2-0.
Dos duros cachetazos para el Matador, que con orgullo deportivo fue en busca del descuento. Sin embargo, se desprotegió atrás, quedó mal parado tras una pelota parada a favor y de contragolpe, el Globo empezó a sentenciar la historia con el juvenil delantero. Espinoza dejó expuesta a una última línea rival que sufrió por demás sus ausencias (Galmarini, Echeverría y Blengio están lesionados).
Tuvo un par de ocasiones el cuadro de Alfaro, pero la falta de efectividad impidió que se pusiera en partido en algún momento. Es más, las cosas empeoraron: un desborde de Espinoza terminó en gol de cabeza de Ábila y segundos después, el atacante de la Selección Sub 20 gritó 'hattrick' y la paliza estaba consumada. Incrédulos, los fanáticos tigrenses exigieron más entrega a sus jugadores, que se acordaron muy tarde de jugarlo.
De un arrebato, Wilchez y Luna aprovecharon sendos rebotes y achicaron la diferencia que parece será imposible de remontar. Para torcer la historia, Tigre está obligado a convertir cuatro goles en Parque Patricios y mantener invicta su valla. Sin dudas, la sorpresa fue generalizada en Victoria, ya que los dueños de casa venían mejor que el elenco quemero, que lucha por la permanencia en el campeonato regular.
Gran faena de los de Eduardo Domínguez, que dirigió su segundo encuentro tras su retiro y reemplazo a Apuzzo. Vale destacar que Huracán debutó oficialmente en Copa Sudamericana.
En la próxima instancia espera un adversario brasileño: Sport Recife, que perdió 1 a 0 la Ida como visitante, venció 3 a 1 como local en la revancha a Bahía. La vuelta será el miércoles que viene en el estadio Ducó.