Una situación nunca antes vista se vivió en el duelo entre Patronato y el Huracán. Los de Parque Patricios sufrieron la expulsión de su arquero Marcos Díaz cuando no tenían más cambios. El goleador Milla tuvo que hacerse cargo de los tres palos, pero sólo por un rato; porque Kudelka, al ver que su equipo no conseguía las vías para igualar el partido, lo devolvió al área rival y los guantes se los calzó el volante Villarruel, que encima recibió un gol.
Aunque parecía que se venía la heroica y Huracán iba a conquistar un empate agónico (Milla tuvo la chance de poner el empate), llegó el segundo tanto y el fin de la ilusión. Juan José Arraya, ex jugador del "Globo", se aprovechó de la endeblez defensiva del elenco visitante y, ante la débil respuesta de Villarruel, selló el 2-0 final. Antes habían pasado tres arqueros en sólo 15 minutos. Insólito.