Las finales de la NBA tuvieron su esperado inicio esta noche en Oakland, donde Golden State no dejó dudas ante su gente y se llevó el primer juego con un contundente 104 a 89 ante Cleveland Cavalliers.
Todas las miradas, naturalmente puestas en Stephen Curry, se desviaron esta noche a un equipo que mostró todo su potencial colectivo para superar al rival. Esta vez el base no fue la figura excluyente, como acostumbra, sino que apenas aportó 11 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias en sus 35 minutos en cancha. La victoria, esta vez, estuvo particularmente apoyada en un gran rendimiento de cada una de las piezas.
Shaun Livingston fue el máximo anotador, con 20 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias. Sin embargo, cumplieron roles fundamentales Draymond Green, con un doble-doble producto de 16 puntos y 11 rebotes -además de 7 asistencias- y André Igoudala, con 12 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias.
Los Cavalliers, que se vieron superados desde lo colectivo, no pudieron exprimir del todo los rendimientos de sus tres principales hombres de ataque, quienes finalizaron como principales protagonistas: Kyrie Irving, con 26 puntos, 3 rebotes y 4 asitencias, LeBron James, con un doble-doble constituido por 23 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias; y Kevin Love, con otro doble-doble, aunque resultante de 17 puntos, 13 rebotes y 2 asistencias.
De esta manera, Golden State se llevó el primer juego de la serie y buscará repetir el próximo domingo, nuevamente ante su gente.