Luego de lo que fue el magro empate por el torneo local, el cual terminó igualado sin goles en la vuelta a la Bombonera luego de lo que fue el polémico Superclásico del gas pimienta por Copa Libertadores, River y Boca ya palpitan lo que podría ser un nuevo cruce. ¿De qué se trata? De lo que podría ser una revancha internacional, ya que podrían verse las caras en la Semifinal de la competencia continental.
Con esta chance latente, Marcelo Gallardo no dudó al momento de ser consultado por sus ganas: "¿Por qué no? Ojalá. Sería muy fuerte otra vez. Algunos hinchas me dicen que no les gustaría porque como nosotros hemos esperado diez años para tener otra revancha en una Copa, quieren que dure más tiempo para ellos. A mí no, me gustaría jugar ahora".
En tanto, respecto a lo que fue el reciente enfrentamiento doméstico, el Muñeco analizó: "Fuimos protagonistas pero no agresivos. No era fácil jugar el partido ni andar por el terreno de juego, no era saludable trasladarse con la pelota. No era fácil jugar a uno o dos toques en un campo que estaba en muy mal estado. Teníamos la obligación por haber quedado con un hombre de más y se nos hizo difícil. Siempre el que queda con uno menos tiene menos responsabilidades".
"Pensé que podríamos haber hecho un poco más para ganar el partido, no digo que no se hizo el esfuerzo. No me gusta, no me conformo con el empate. Me hubiese encantado el golpe por golpe, que los dos estuviéramos con once. Después de la expulsión se defendieron más. Prácticamente no nos inquietó Boca porque tenía poca gente en ataque. Es mucho más fácil defenderse que atacar. Me gustan los partidos en igualdad de condiciones", manifestó en diálogo con 90 Minutos de Fox Sports. Y agregó:
Dejando de lado esto, el entrenador millonario se refirió al presente del equipo en los frentes que disputa: "Estamos en dos posiciones diferentes. Nos incomoda un poco vernos en la situación en la que estamos en el campeonato, no lo esperábamos, dejar el campeonato demasiado rápido. Y tal vez hemos tomado los desafíos de la Copa como un plus, no es que dejamos de un lado una competencia por otra, sino que se dio así".
"Después de la Copa que ganamos, nunca pudimos tener un tiempo lógico de preparación. Nos faltaron esas cinco o seis semanas que un entrenador necesita para trabajar. No las tuvimos. Tendremos que vivir esta transición para ver si podremos jugar la Semi de Libertadores después del parate y luego volcar el pensamiento de uno de hacerse fuerte de raíces", cerró.