El US Open ha cambiado su decisión inicial y, finalmente, sí habrá torneo de silla de ruedas el próximo mes de septiembre.
La organización anunció en un primer momento que el torneo no se desarrollaría este año, pero ante las quejas de los tenistas, que denunciaron que era una injusticia y que no se les había consultado, ha decidido dar marcha atrás. El campeonato se jugará del 10 al 13 de septiembre en la sede habitual del US Open, el complejo de Flushing Meadows.
Según explicó el propio torneo en un comunicado, la decisión se ha tomado después de varias reuniones virtuales con los deportistas y la Federación Internacional de Tenis, que hace días puso de su parte para explorar opciones en las que llevar a cabo el torneo. "Los atletas seguirán las mismas medidas de seguridad y procedimientos que el resto de jugadores que participen en el US Open. Tendrán acceso a las instalaciones a partir del 7 de septiembre", dijo el torneo.
Sobre la posibilidad de que este US Open reparta puntos, la ITF aseguró que está analizando la situación y que anunciará una resolución en los próximos días.