El Real Madrid llegó a Ipurua con bajas importantes (Cristiano y Bale), pero dispuesto a ahuyentar los fantasmas que habían invadido a la Casa Blanca en los últimos partidos, cuando vio cómo se le esfumaba la ventaja en la tabla de posiciones y perdía la punta a manos del Barcelona. Y lo consiguió: le ganó 4-1 al Eibar, y volvió a la punta al menos hasta que, esta misma tarde, el Barcelona enfrente al Celta de Vigo.