Dos buenas noticias arrojó la premiación de los 200 metros masculinos en el Mundial de Atletismo de Beijing. La primera: Usain Bolt salió ileso del curioso accidente protagonizado ayer tras ganar la medalla de oro. La segunda: el camarógrafo Song Tao no perdió su trabajo.
En la ceremonia en la que el jamaiquino se colgó una nueva presea dorada, el chino que perdiera el control de su vehículo segway y lo atropellara se acercó para saludarlo y le ofrendó una pulsera, que se la puso en el mismo podio.
En medio de un clima distendido, Bolt derrochó su simpatía habitual y se mostró amigable con Song Tao, dejando atrás el incidente que recorrió el mundo y que hizo preocupar a más de uno.