Nadie entendió la actitud del plantel de Boca tras la suspensión del superclásico . Es que, una vez que el árbitro Darío Herrera tomó la decisión, los futbolistas xeneizes, por orden de Arruabarrena , se formaron en la cancha como para jugar, mostrando su disconformidad con la decisión.
Ante esa actitud, Marcelo Gallardo se acercó a Arruabarrena para reprocharle la falta de solidaridad de los jugadores.
Más tarde llegó algo más insólito todavía. Los jugadores de River no podían salir de la cancha porque la hinchada local les tiraba proyectiles, y los jugadores de Boca , en vez de ayudarlos, se quedaron mirando sin hacer nada.
Y el broche final, para que no quedaran dudas de la pésima actitud del mundo xeneize, se produjo tras la salida de los jugadores de River . Una vez afuera del campo de juego, los futbolistas xeneizes saludaron y aplaudieron a los violentos que quedaban en las tribunas, y salieron.