Uno de los problemas que mantuvo preocupados a los dirigentes de Liniers en este último tiempo no tuvo que ver con el plano futbolístico en sí. La dificultad mayor fue corregir la famosa cancha "torcida" (las líneas laterales, de fondo, y las áreas estaban en falsa escuadra) por exigencia de la AFA, que le dio hasta diciembre como último plazo.
<i>Topadoras trabajando en el Club Liniers, que enderezó su cancha.</i>
Para tranquilidad de todos, las obras ya están terminadas y el próximo año, el equipo de La Matanza podrá disputar sus partidos como local cumpliendo con el reglamento. Este será un hecho histórico ya que el campo de juego del estadio Juan Antonio Arias estuvo mal trazado desde su inauguración en 1987. Si bien muchos hinchas lo ven como un acto de remodelación para bien, hay otros que lo viven con cierta nostalgia y sienten que un poco del espíritu se desvanecerá con el arreglo.
La obra consistió en trabajos sobre el terreno de juego. Debieron volver a marcar por completo las líneas de la cancha con sus nuevas medidas. Pero además emparejaron completamente el césped y volvieron a montar los arcos. También hicieron a nuevo el sistema de riego. Para llevar a cabo todos estos cambios y dejar al estadio en perfectas condiciones, los trabajos demandaron tres meses.
Su estreno será luego de las vacaciones, frente a Claypole. La Topadora buscará seguir de la misma manera y continuar con las esperanzas en alto en la lucha por conseguir el ascenso. El equipo dirigido por César Aguirre ocupa el quinto lugar de la tabla de Primera D, con 24 puntos. Fuente: (Clarín).-