Y lo que empezó como un rumor de mercado, terminó por hacerse realidad. Neymar, el astro brasileño, dejará Barcelona para ser el rey del Paris Saint Germain. El delantero sabe que si se queda en el Barcelona, nunca podrá ser el líder del equipo y siempre jugará bajo la sombra de Lionel Messi. Los 222 millones de euros que desembolsará el club francés para hacerse con el jugador, son parte importante de la operación. Sin embargo, lo que más tira no es el dinero, sino la posibilidad de ser el único.
En un comunicado oficial, el Barcelona informó que Neymar no se presentó a entrenar, y pasó por las oficinas del club para aclarar su situación. Acompañado por su padre y representante, el brasilero les dijo a los dirigentes que no seguirá en la entidad.
La nota informa que el club se mantendrá firme en lo que respecta a la cláusula de rescisión los 222 millones de euros deberán ser abonados "en su totalidad".
La salida del astro brasileño del club culé puede un también muy conflictiva. El presidente de la Liga española, Javier Tebas, amenazó con bloquear el traspaso rechazando el dinero de la cláusula de rescisión que debe ser depositado en la sede de su entidad para que Neymar quede libre. "No aceptaremos ese dinero de un club como el PSG que (...) está infringiendo normas y leyes" del fair-play financiero de la UEFA, dijo Tebas en una entrevista publicada este miércoles en el diario deportivo As.
Tebas acusa al club parisino de practicar "dopaje financiero" recibiendo "inyecciones económicas de países que regalan jugadores a sus aficionados a costa de quitárselos a otros".
Dada la voluntad del jugador de marcharse, el FC Barcelona también podría negociar con el PSG para agilizar el traspaso o incluso para incluir algún futbolista del club francés en la operación que pueda suplir el agujero que dejará Neymar en el peligroso ataque que formaba con Lionel Messi y Luis Suárez.