La inminente reanudación de la competencia en la NBA afrontó en las últimas horas avisos alarmistas respecto de la propagación del coronavirus en Florida, hacia donde deben viajar los equipos que retomarán la competencia el 7 de julio en Disney World, en la ciudad de Orlando.
Justamente en el momento en que empiezan a reagruparse los equipos para afrontar el plan trazado por la Liga Norteamericana, surgieron hoy informaciones alarmantes sobre la evolución de la pandemia en Florida, precisamente el Estado elegido por la NBA para concluir la temporada. El Departamento de Salud de Florida hizo público este lunes que se confirmaron más de 100.000 infectados por covid-19 en el Estado de Florida. La tasa de positivos en los últimos días fue del 12 por ciento.
Zach Binney, epidemiólogo del Oxford College of Emory University, según una información difundida por la CBS, calificó de "preocupante" la situación. "La tasa de resultados positivos en el Condado de Orange y Orlando, lo que indica que hay una propagación viral desenfrenada y que no hay suficientes pruebas en esa área para hacer lo necesario, que es un seguimiento del virus", aseguró el especialista.
"Esta epidemia es como un tren. No puedes apretar el freno y detenerlo de inmediato. Lleva tiempo porque se propaga con bastante facilidad y tarda también un tiempo en manifestarse. Eso es lo que hace que sea realmente difícil de controlar", indicó Binney, quien sostuvo que era razonable que el personal de Disney entrara y saliera de las instalaciones donde estarán los equipos, siempre y cuando cumpliera un protocolo, "evitando el contacto directo cara a cara con los jugadores".
"Si el sistema médico está completamente desbordado, no puedes tener una liga. En buena conciencia, no se podría estar disputando la NBA si las UCI están llenas y están colocando cuerpos en camiones de morgue refrigerados en Orlando. No sé cómo se puede traer a más de 1.000 jugadores y personal de la NBA a Orlando y probarlos todos los días si la situación del entorno es trágica. Eso es éticamente cuestionable", completó Binney.
Aun en el caso de que la situación no empeore, Binney explicó que la logística será muy difícil y costosa porque el personal de servicio de alimentos, los conductores de autobuses y los trabajadores de los hoteles deberían someterse a pruebas de coronavirus como mínimo cada dos días, para tener la certeza de que podrán mantener controlada la situación.