El empate de la selección ante Perú, con una actuación errática y penando por la ausencia de Lionel Messi, fue un reflejo de la mayoría de los partidos de la Argentina en estas eliminatorias tanto con Martino como con Bauza en el banco.
A continuación el decálogo para intentar comprender el quinto puesto en la clasificación y la dificultad para poder proyectar una clasificación tranquila y sin sobresaltos hacia el Mundial de Rusia 2018.
1) La ausencia de Messi, una herida que duele y se agiganta cada vez que falta. De los nueve partidos que disputó la selección, en tan solo tres el conjunto nacional pudo disfrutar de su capitán y mejor jugador del mundo. Un handicap y un enigma que tanto Martino como Bauza no pudieron resolver. Los selección ganó los tres partidos que disputó Leo. Sin él, la Argentina apenas pudo conseguir una victoria en seis partidos.
2) Pese al poderío de sus delanteros, en estas eliminatorias no se marcó la diferencia. Hay números que hablan por sí solos y los once goles en nueve presentaciones con cuatro encuentros con dos tantos, tres con uno y dos sin poder marcar es un síntoma para concluir que el mito de que las eliminatorias son un terreno difícil es una realidad.
3) Si bien se consolidó una defensa, se advierte que todavía le falta rodaje. La última línea fue eje de críticas en los últimos cinco años, pero en estas eliminatorias Otamendi y Funes Mori se consolidaron como centrales con Zabaleta o Mercado por la derecha y Rojo o Mas en el lateral izquierdo. Todavía está faltando una conexión eficiente con la mitad de la cancha y no sufrir tanto en la pelota parada como en el retroceso desde posiciones ofensivas y los pelotazos cruzados.
4) Sergio Romero, un aquero consolidado y solvente que sigue sin continuidad en su club. El arquero del Manchester United respondió durante los nueve partidos con un nivel parejo, sin acusar recibo de la falta de minutos en su club. El único partido que mostró algunas dudas fue en Mérida contra Venezuela.
5) El cambio de técnico obligó a una adaptación con la competencia iniciada. Luego del subcampeonato en la Copa América Centenario, Gerardo Martino dio un paso al costado y, desde el partido con Uruguay, el plantel argentino comenzó su adaptación sin tiempos al Método Bauza, un estilo diferente al anterior.
6) Agüero y Di María resultaron los menos productivos en este camino a Rusia. Tanto el Kun como Fideo no terminan de sentirse plenamente cómodos y no pudieron demostrar en estas eliminatorias todo su potencial.
7) El camino al Mundial, signado por las dos desilusiones en las finales de la Copa América. Este grupo hace tiempo que está buscando un título y luego del Mundial los dos segundos puestos en Chile y Estados Unidos dejaron a un plantel herido y con sed de revancha. A lo largo de estas eliminatorias este fantasma sobrevoló la psicología de este plantel.
8) Una renovación con el empuje de una generación que está haciendo su adaptación. Ramiro Funes Mori, Paulo Dybala, Ángel Correa, Lucas Alario, Matías Kranevitter, Gerónimo Rulli, Guido Pizarro, Emmanuel Más, Jonatan Maidana, Mateo Musacchio y Roberto Pereyra son algunos de los nombres, junto con el experimentado Lucas Pratto, que todavía están en proceso de adaptación al mundo selección. Un proceso necesario.
9) El momento institucional de AFA, un lastre que condicionó el trabajo. Las elecciones fallidas y la falta de conducción para tomar decisiones clave durante 2015 y parte de 2016 generó que el trabajo en la selección tenga más piedras en el camino que las esperables.
10) El exitismo del hincha argentino como condicionante histórico. El simpatizante argentino no está tan atento a la actuación de la selección pero cuando entra en escena las exigencias son desmedidas de acuerdo a sus actuaciones en el fútbol europeo.