Ya comenzó la cuenta regresiva. Después de que anunciara oficialmente su salida del Inter de Porto Alegre, en River no se habla más que del regreso de Andrés D'Alessandro, quien de movida comentó la posibilidad de enfrentarse en la Libertadores con el Gremio, archirrival de su equipo en Brasil. A lo largo de varios momentos, debió detenerse y no logró contener algunas lágrimas.
"¿Por qué River? Llegó con mucha voluntad para contratar mis servicios, fue concreta la chance de volver al club después de 13 años", explicó el Cabezón, todavía con una chomba de la institución gaúcha encima. Además, señaló a los dirigentes (Rodolfo D'Onofrio y Enzo Francescoli) y a su nuevo entrenador: "Hablar con Gallardo fue muy importante, depositó toda la confianza en mí".
El talentoso zurdo de 34 años saltó a la Primera del Millonario a fines del siglo pasado y estuvo tres años antes de encaminar su carrera al Wolfsburgo alemán. Tras un breve paso por el Portsmouth inglés, alternó buenas y malas en el Zaragoza de España y tuvo una fugaz estadía en Argentina, pero con la camiseta de San Lorenzo. En 2008 lo contrató el Inter y de allí no se movió más. De hecho, era capitán y el ídolo más importante del último tiempo.
"No es fácil, son siete años y medio de convivir con personas que me ayudaron mucho, estoy muy agradecido a ellos. Quería irme bien y creo que este es un buen momento para cerrar una etapa muy linda", apuntó con la voz resquebrajada, sin dejar de comentar que "jamás imaginé todo lo que iba a vivir desde que llegué". Con los Colorados ganó seis campeonatos estaduales, una Sudamericana, una Libertadores y una Recopa Sudamericana.
Fue una mezcla de sentimientos, sin lugar a dudas, para la estrella del mercado de pases: "Es una historia de tristeza con alegría".
En Núñez ya lo esperan mañana mismo para los estudios médicos, la presentación en sociedad y la firma del contrato por una temporada, luego de acordarse el préstamo con los brasileños.