Estudiantes comenzó con el pie derecho su serie de octavos de final de Copa Libertadores frente al campeón defensor Gremio, aunque sabe que no debe confiarse en Brasil, donde el 2-1 de la ida puede sonar exiguo. Hoy, en cancha de Quilmes, empezó bien, pero el partido se le fue complicando, le marcaron el descuento y terminó apremiado con un jugador menos.
A los ocho minutos del primer tiempo, el conjunto de Leandro Benítez abrió la cuenta con una gran jugada que terminó con un exquisito remate de Juan Apaolaza desde afuera del área. A los 37, Pedro Geromel metió la mano en el área y debió ser penal para el León, que del córner siguiente se cobró la injusticia con un cabezazo cruzado de Gastón Campi que se convirtió en el segundo.
Pero a los 43, en otro córner desde la izquierda, acortó distancias Walter Kannemann con un tiro bombeado de cabeza tras otro cabezazo y el rebote de Mariano Andújar.
El complemento tuvo menos emociones, y el Pincha entendió que debía cuidar lo obtenido ante el riesgo de que le marquen un peligroso empate. Pero a los 37 el plan se le complicó, cuando Fernando Zuqui vio su segunda tarjeta amarilla. Después, pasó algunos sobresaltos, pero ninguno capaz de torcer el marcador.
Ahora, la serie quedó abierta de cara a la revancha del 28 de agosto en Porto Alegre.