Faltan sólo 48 horas para la revancha ante River, partido que definirá qué equipo accederá a la final de la Copa Sudamericana. Con el 0-0 en la Ida, todo se definirá el jueves, en el Monumental, en un Superclásico que comenzará a las 20.45 horas. Y Boca espera tranquilo, luego del triunfo del pasado domingo ante Independiente, partido en el que volvió a guardar a varios de sus habituales titulares.
Ya pensando en este crucial compromiso, Rodolfo Arruabarrena comenzó la semana de trabajo con un susto. ¿Por qué? En la práctica de ayer, Andrés Chávez se entrenó de manera diferenciada por una molestia muscular. Igualmente, más allá de esto, desde el cuerpo técnico y médico de la institución consideran que el ex delantero de Banfield podrá estar presente en Núñez. De hecho, confían en que hoy mismo pueda entrenarse a la par de sus compañeros, en la práctica que se desarrollará en el Complejo Pedro Pompilio.
Más allá de esto, la novedad en el equipo sería la inclusión del chileno José Pedro Fuenzalida, quien le ganaría la pulseada a Federico Carrizo y terminará siendo el reemplazante de Juan Manuel Martínez, lesionado como consecuencia de la patada que le propinó Leonel Vangioni y que le generó un esguince de tobillo derecho con los ligamentos comprometidos. Esta variante de nombre propio, traerá aparejada una modificación en el aspecto táctico: se dejará de lado el 4-3-3 para pasar al 4-4-2, con el chileno por el sector derecho del mediocampo.
Además, en la delantera seguirá Jonathan Calleri. En el clásico ante el Rojo, Arruabarrena decidió juntarlo con Emmanuel Gigliotti para, luego, determinar quién iba a ser el centrodelantero. Y como fue la figura del partido (convirtió dos goles), el ex jugador de All Boys continuará en el 11.
El equipo para ir al Monumental en búsqueda de la fina de la Sudamericana, sería: Agustín Orion; Leandro Marín, Juan Forlín, Daniel Díaz, Nicolás Colazo; José Pedro Fuenzalida, Marcelo Meli, Cristian Erbes, Fernando Gago; Jonathan Calleri y Andrés Chávez.
INTRUSO. Aunque parezca ridículo, el personal de seguridad del club tomó la decisión de desalojar dicho espacio ante la presencia de un supuesto infiltrado de River que observaba la práctica para intentar sacar información. Para evitar todo tipo de inconvenientes y herir susceptibilidades, la orden fue sacar a todos los periodistas presentes y así evitar correr cualquier tipo de riesgos de cara a lo que será el partido más importante del año para los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena.