Racing y River llegaron a la definición del torneo como primero y segundo respectivamente y buscarán quedarse con el título de campeón tras un semestre en el que claramente se han despegado del resto por ser los que mejor han jugado y más regularidad han tenido.
La Academia de Cocca arrancó con el pie derecho, pero en la fecha 3 sufrió una goleada ante Tigre que lo hizo tambalear. Para peor, dos semanas más tarde cayó en el clásico de Avellaneda y la frase de su técnico, “Prefiero perder el clásico y salir campeón”, casi se vuelve un camino sin retorno. Sin embargo, el equipo se levantó y con el correr de las fechas fue encontrando solidez defensiva, equilibrio en el medio y contundencia arriba para llegar al desenlace con dos puntos de ventaja sobre su perseguidor.
En total, Racing ganó 12 partidos, empató 2 y perdió los restantes 4, con la particularidad de que en las derrotas siempre recibió más de un gol. Al cabo de 18 fechas y con Gustavo Bou como abanderado, el conjunto de Avellaneda consiguió marcar 29 tantos y recibió 16, siendo el 1-0 a favor el resultado más repetido (5 veces) en todo el campeonato.
Por el lado de River, el inicio del camino fue con dudas. Empató con Gimnasia LP, pero estuvo a un centímetro de perderlo porque esa fue la distancia que le faltó a Pablo Vegetti para convertir el segundo en la última jugada. De todos modos, el equipo de Gallardo estaba en la búsqueda de una identidad y no tardó en encontrarla: pelota siempre por el piso, mucha movilidad y una presión alta tan sofocante como eficiente para no dejar jugar a sus adversarios. Así empezó a hilvanar victorias hasta alcanzar lo más alto de la tabla de posiciones, pero la semifinal de la Copa Sudamericana ante Boca obligó a Gallardo a rotar para recuperar físicamente a un plantel corto y eso le costó una caída en la cancha de Racing, que se adueñó del liderazgo.
En las 18 fechas que jugó hasta el momento, el Millonario ganó 10 partidos, empató 6 y perdió tan solo 2. Lo llamativo es que tanto en los empates como en las derrotas nunca recibió más de un gol, lo que de alguna manera explica los 13 que tiene en contra y que lo convierten en la valla menos vencida. La única vez que tuvo que ir a buscar la pelota dos veces adentro de su arco fue con Banfield, aunque terminó ganando 3-2, resultado que también sirve para entender porque tiene 33 goles a favor y es el más goleador.
Más allá de las necesidades de uno y de otro en la última fecha y cual sea el desenlace del torneo, no cabe ninguna duda que en estos últimos dos partidos se producirá la disputa de los mejores equipos más allá de que no se enfrenten entre sí.