Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido

Burruchaga, a 30 años de Italia '90: "Nos castigaron durante un tiempo pero hoy nos valoran"

El entrerriano, campeón y subcampeón mundial, dio una charla a fondo: "Me quedo con haberle ganado a Italia. Esa fue nuestra final", resume Burru, un histórico futbolista de la Selección Nacional.

8 de Junio de 2020
"Italia 90 quedó marcado y la gente lo recuerda mucho más ahora".
"Italia 90 quedó marcado y la gente lo recuerda mucho más ahora". Foto 1 de 2
"Italia 90 quedó marcado y la gente lo recuerda mucho más ahora".
"Italia 90 quedó marcado y la gente lo recuerda mucho más ahora". Foto 2 de 2

"Forse non sara' una canzone, a cambiare le regole del gioco...". Cuando se escuchan los primeros versos de "Un'estate italiana", una sensación particular invade a todo aquel que haya sido testigo del Mundial de Italia '90, para muchos el más emotivo de la historia. Y vaya si lo fue para la Selección argentina, que llegó como defensora del título logrado en México '86 y se retiró como subcampeona en la polémica final ante Alemania, transitando un camino plagado de pozos y obstáculos. Hoy, 30 años después, el recuerdo de un equipo que hizo del sacrificio y de la entrega una bandera nacional sigue más vivo que nunca. Y de aquella experiencia habló Jorge Burruchaga en una entrevista con Clarín.

 

"Italia '90 quedó marcado y la gente lo recuerda mucho más ahora. Nos castigaron durante un tiempo, pero hoy todos nos valoran", cuenta Burru, quien jugó dos finales de Copas del Mundo charló sobre las entrañas de esta historia que comenzó a escribirse el 8 de junio de 1990 en el estadio Giuseppe Meazza y que volvió a tener como protagonista estelar a Diego Armando Maradona.

 

<b>-¿Qué imagen se te viene a la mente cuando te dicen Italia '90?</b>

 

-Cuando le ganamos a Italia. El periodismo italiano nos desprestigió. Tenían por descontado que ganaban porque nosotros nos estábamos arrastrando. Brasil nos peloteó y Yugoslavia, con uno menos, nos llevó a los penales. Tenían descartado que nos ganaban. Y eso es lo peor que te puede pasar en el fútbol y en la vida. Te cuento un detalle. Éramos cuatro o cinco los que veníamos de jugar el alargue con 50 grados y llegábamos con lo justo: Diego, Oscar (Ruggeri), el Gringo (Giusti), yo. El doctor Madero le había dicho a Carlos (Bilardo) que estábamos al límite y, sin embargo, jugamos igual. La imagen de ese Mundial fue haberle ganado a Italia. Nuestra final la jugamos contra ellos.

 

<b>-Por todo el contexto, ¿llegaron más lejos de lo que deberían haber llegado?</b>

 

-Es difícil decir eso. No llegamos en las mejores condiciones. Hubo un gran recambio con respecto a la Selección del '86. Perdimos a Oscar contra Camerún y hasta octavos, Giusti empieza a jugar en octavos, perdimos a Nery en el segundo partido, aunque después atajó Goyco e hizo un gran Mundial... Diego tenía un tobillo que era de todo menos un tobillo y yo venía bárbaro, pero jugué lesionado tres o cuatro partidos y con dolores? Llegamos hasta donde nos propusimos llegar. No es fácil perder el primer partido y llegar al último. Los merecimientos en el fútbol no sirven. Bilardo siempre nos decía que el Mundial no te permite el error. Si había algo que teníamos, era fortaleza anímica de grupo. Carlos fue un animal con nosotros. Todo eso nos llevó a jugar una final que sin lugar a dudas era impensada. Nos castigaban porque decían que llegábamos por los penales. Pero hay que llegar...

 

<b>-¿Les costó mucho imponer el respeto de llegar como campeones del mundo?</b>

 

-Sí, nos costó bastante. En el '86 no éramos candidatos; en el 90, lo éramos como Alemania, Brasil e Italia. Pero hay que decir la verdad: en ese grupo, nosotros veníamos cuartos. Igual siempre estuvimos convencidos de que teníamos armas: el trabajo, lo anímico, saber jugar con los límites... Ganamos el partido más importante y nos prohíben jugar la final con Giusti, Caniggia, el Vasco Olarticoechea, el Checho Batista... Es decir, sin tres campeones del mundo y sin el delantero más desequilibrante, como era en ese momento el Cani. Si le agregamos que Diego, Oscar y yo llegamos a la final arruinados, que Oscar sale en el primer tiempo y yo a los 75 porque no daba más? Era más que un milagro. Así y todo, lo ganaron (por los alemanes) con un penal. Para mí hubo uno mucho más grande del Goyco a Augenthaler, como el penal gigante que no le dan a Calderón. Podría haber sido otra la historia.

 

<b>-¿Sintieron en ese momento que había factores externos para que Argentina no ganara ese Mundial?</b>

 

-Raro fue el arbitraje de la semifinal. El Gringo no le pega a Baggio. No está la imagen. Hoy te miran todos los detalles con cámara de acá y de allá, pero en ese momento no. El referí lo hizo expulsar por el lineman. La mano de Cani por ahí fue tonta; pobre, la hizo desde el inconsciente. El Checho hizo un faulito (sic) que no fue ni una patada y lo mismo el Vasco. Te ponés a pensar que la fiesta estaba armada, que de antemano la final era Italia-Alemania. Si se quiere pensar mal, hubo situaciones. Y después en la final el referí estaba a un metro de donde Matthaüs lo enganchó a Calderón. Esa imagen salió hace poco de la televisión japonesa. Es un penal más grande que el estadio de Roma. A veces en el fútbol pasan esas cosas cuando llega el equipo prohibido o que no hizo un buen fútbol. Pero al mismo tiempo hay muchas cosas para contrarrestar eso, como hicimos nosotros: rompernos el culo, matarnos, desangrarnos. Contra eso no se puede. El fútbol tiene cosas mágicas.

 

<b>-¿Ese equipo fue el más resiliente que te tocó integrar?</b>

 

-Sí. Nosotros desde un primer momento fuimos resilientes en ese proceso. Era algo de todos los días; no se olviden lo que fueron los partidos previos, las Eliminatorias. Le teníamos mucho respeto al entrenador: lo que decía era palabra sagrada. Éramos soldados que seguíamos al tipo que teníamos enfrente, que nos convenció. Después tenés un capitán que se pone adelante, que se pelea con todo el mundo, que está y que jugó arrastrado. Diego venía a jugar los amistosos aunque Nápoli no lo dejaba. Se tomaba un avión, venía y volvía. Y el resto de los jugadores estaba en la misma sintonía.

 

<b>-Para Maradona fue un Mundial muy especial...</b>

 

-Fernando Signorini me llegó a decir que Diego había llegado mejor desde lo físico al Mundial '90 que al del '86. Lógicamente, tenía un porqué: el que más se jugaba cosas era él. Era él contra Italia. Sin embargo, la lesión del tobillo le impidió estar al cien por ciento porque no podía jugar. Solamente él podía salir a la cancha con un tobillo así. Y solamente él podía permitirse jugar parado y en un momento hacer la jugada que hizo contra Brasil. Y fijate cómo son las cosas, que nosotros hayamos clasificado como mejores terceros sobre la línea y luego llegar a la semifinal fue lo peor que le podía haber pasado a Italia. La declaración de Diego el día anterior al partido fue extraordinaria. Se jugaba todo y, como ganador de todo, la batalla contra lo que él jugaba en ese Mundial la ganó lejos, más allá de haber perdido la final.

 

<b>-Para Bilardo fue dura también esa Copa...</b>

 

-Para todos. En especial fue dura para él, porque ya se decía que en el '86 ganamos porque teníamos a Diego, se lo criticaba por la lista del '90 porque puso a ocho marcadores centrales y dejó afuera a Jorge Valdano, porque dejó afuera del debut a Caniggia y encima perdimos? Por eso después de ese encuentro nos hace la reunión en la que nos dice que si no ganábamos, nos tiraba el avión abajo. Y él era capaz, ja. El tipo ya estaba curtido. Siguió con su mensaje. Carlos fue un entrenador que no se conformaba con nada y si había algo que le gustaba, era la pelea. Y él también terminó ganador de esta pelea, porque más allá de todo lo que lo criticaron, el reconocimiento que nos hizo la gente en el país fue tan grande como cuando volvimos de México. O más también?

 

<b>-Vos la tuviste complicada con las lesiones. ¿Sufriste ese Mundial?</b>

 

-Yo arrastraba ya del 87 y 88. Cuando me rompo en el 88, llego a la Copa América del 89 porque Carlos confiaba en mí y me respetó el lugar para volver a estar en la alta competencia. Lo que me mató antes del Mundial fue una lesión en el aductor, diez días antes en un entrenamiento. Me redujo porque estuve sin entrenarme una semana entera. Llegué al primer partido con lo justo, haciendo una prueba el día anterior. Le dije: "Carlos, estoy así y usted decide" y él me metió igual. Los dos alargues seguidos me mataron para llegar bien a la final. El reconocimiento es que por la Selección hay que darlo todo. A veces decimos que hay que dejar la vida. Lógicamente, preferimos seguir viviendo, ja. Pero como nos dijo Diego para motivarnos cuando ya nos estábamos arrastrando: "Para ganarnos van a tener que desangrarse; no nos van a ganar así nomás". Eso me dejó tranquilo y orgulloso de por vida. Hice lo que pude. Más no podía. Hubiera querido llegar a la final en mejor estado.

 

<b>Diez momentos de Italia '90, según Burru</b>

 

1) El juego brusco de Camerún: "Yo conocía a varios cameruneses porque jugaban en Francia y sabía que eran buenos, pero lo que no pensé es que iban a tomar como herramienta el hecho de cortar el juego. Nos sorprendió mucho, pero es parte de esto. Y nosotros jugamos mal".

 

2) El gol de Camerún: "Fue un golpe duro, sobre todo por la manera. Fue un cabezazo para abajo, que se le escapa a Nery. Como venía el partido y por lo que pensábamos nosotros, el empate nos venía bien".

 

3) La fractura de Pumpido: "Se nos lesionó nuestro primer arquero, que tenía una experiencia bárbara. Lo segundo es que habíamos arrancado salados y veníamos más salados todavía"

 

4) Su gol ante Unión Soviética: "Ese fue el partido del alivio, porque fue el más bravo. Si perdíamos, nos volvíamos. La verdad es que eso no estaba en nuestra cabeza. Ese gol fue el gol del alivio. Me habilita un ruso y termino definiendo al primer palo. Jugamos bien y nos dio la tranquilidad de que no se nos escapaba".

 

5) Los palos salvadores contra Brasil: "Era increíble, ja. Los negros se querían matar. Bilardo nos dijo en la charla, más allá de lo que todos saben que pasó en el entretiempo, los 15 minutos de silencio y eso, que íbamos a tener una sola bala. Y que la supiéramos usar. Tuvimos suerte en el primer tiempo y después mejoramos. Yo tuve un tiro desde afuera, que el arquero sacó abajo. Después Diego termina haciendo esa jugada y llega definición del Cani".

 

6) El gol de Caniggia a Brasil: "Una locura, una felicidad bárbara. Cani define bárbaro. Es un clásico sudamericano y mundial. Los clásicos se ganan. Y ese lo ganamos ante una Selección brasileña que, si nos ganaba, se perfilaba para seguir".

 

7) El penal errado por Maradona ante Yugoslavia: "Esa serie arrancó con bronca porque -no se dijo mucho- yo hago un gol válido faltando poco para terminar el alargue, en un centro que viene para atrás desde la izquierda y yo le pego, pero la pelota me da en el hueso de la cadera, entra y el árbitro me cobra mano. No había sido. Si había VAR como ahora, ese gol era válido. La tanda de penales fue dramática, porque Stojkovic lo erra y nosotros arrancamos con el de Serri (Serrizuela) y el mío y seguimos con el más impensado. Todos podíamos errar, pero no Diego. Y ahí arranca la hazaña de Goyco. Fue una tanda que te llevaba a reír y llorar. ¿Si me preguntás si me vi afuera? Cuando erró el penal Diego, sí; pero nos terminó salvando Goyco".

 

8) Los penales contra Italia: "Así como digo que Italia nos desprestigió, digo que en los penales Zenga nos dio más fuerza que nunca por las taradeces que hizo. Al Vasco le hacía visera con las manos, medio cancherón. Fue una tanda de penales pateados de forma bárbara. Sobresalió de nuevo Goyco atajándoles a Donadoni y a Serena, que no fueron mal pateados. Donadoni lo tira a media altura, bien contra el palo, pero Goyco tenía una fuerza de piernas terrible. Nos dieron motivación y al jugarlo en el San Paolo era como si se hubieran dado las cosas para que pasáramos nosotros y no ellos".

 

9) El penal no cobrado a Calderón en la final: "Caldera entró por mí. Desde el banco, cuando lo vemos caer a veces uno pide algo porque saltan todos. Pero cuando terminó la final, Caldera rompió los huevos y estaba con bronca porque nos decía que había sido un penalazo. Nos quedamos con esa sensación suya. Desde mi lugar no me di cuenta, pero los que estaban al lado decían que había sido penal. Pasado el tiempo, ves la imagen y fue un penal que no lo quiso cobrar. Sin dudas, no lo quiso cobrar".

 

10) El penal a favor de Alemania: "Siempre supimos y dijimos que había un penal muy claro. Hace poco le hicieron una nota a Matthaüs y dijo que hubo un penal en el primer tiempo sobre Augenthaler del Goyco, que en una salida se lo lleva por delante. Y este penal a mí me da la impresión siempre que Roberto (Sensini) va a buscar la pelota. Toca pelota y se lleva la pierna. El referí estaba 15 metros atrás y el lineman de ese lado no quiso ayudar. Si lo cobrás, puede estar apenas bien, pero si no lo cobrás, no pasa nada. Son penalitos (sic). Fue mucho más inmenso el de Calderón que el que termina cobrando Codesal".

Temas:

AFA Jorge Burruchaga Selección Argentina
Seguí las noticias de Elonce.com en Google News Seguinos en Google News

Comentarios

Tu comentario ha sido enviado, el mismo se encuentra pendiente de aprobación... [X]
Avatar
600
Avatar
ver más
El comentario se encuentra deshabilitado

Denunciar comentario

Spam o contenido comercial no deseado Incitación al odio o a la violencia, o violencia gráfica Acoso o bullying Información errónea
Cancelar Denunciar
Reportar Responder
Tu comentario ha sido enviado, el mismo se encuentra pendiente de aprobación... [X]
Avatar
600
Respuestas
Ver más respuestas
Ver más comentarios
IMPORTANTE: Los comentarios publicados son exclusiva responsabilidad de sus autores Elonce.com se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios injuriantes o discriminadores.

Teclas de acceso