Un estudio realizado por el Dr. Martín Blettler, biólogo del Instituto Nacional de Limnología (INALI) y del CONICET, registró por primera vez en Argentina la presencia de microplásticos en el aire de la ciudad de Paraná. Este hallazgo pone de manifiesto un problema ambiental crítico que afecta tanto al ecosistema como a la salud humana, destacando la dificultad de erradicar estos contaminantes del entorno.
Los microplásticos, partículas derivadas de la fragmentación de plásticos más grandes, se encuentran en el aire, el agua y los suelos, aumentando su impacto en el ambiente. Según el estudio, estos elementos provienen en gran medida de fibras liberadas durante el lavado de prendas de vestir, y su presencia en el aire sugiere que los habitantes de la región podrían inhalarlos diariamente.
Las implicancias de este fenómeno son alarmantes. Inhalar microplásticos podría estar relacionado con afecciones respiratorias como fibrosis pulmonar, alergias y asma. Además, estas partículas contaminan el agua del Río Paraná, afectando a numerosas especies acuáticas y terrestres. Los microplásticos, que se acumulan en la arena costera y en los organismos de peces y aves, también ingresan a la cadena alimenticia, representando un riesgo directo para las personas.
La contaminación plástica visible, como envases y botellas desechadas en las costas y el río, contribuye al deterioro ambiental. La fragmentación de estos residuos genera microplásticos que terminan dispersos en el aire y el agua.
En respuesta a esta problemática, la comunidad de Paraná participó ayer en una jornada de limpieza organizada por asociaciones civiles, clubes deportivos, vecinos autoconvocados y la Municipalidad. Las actividades se desarrollaron en la costa del islote municipal, la Costanera, Puerto Sánchez y el Thompson, buscando generar conciencia sobre el impacto de los residuos en el ambiente.
El estudio del Dr. Blettler enfatiza la necesidad de reducir la generación de plásticos y mejorar las prácticas de manejo de residuos para mitigar esta amenaza. Acciones conjuntas y esfuerzos sostenidos son esenciales para proteger la salud humana y preservar los ecosistemas locales.