El encuentro comenzó con una clara jugada a favor de Tigre: Rincón capturó el balón tras el quedo de la última línea local y remató cruzado, apenas desviado. Iban apenas dos minutos y Boca ya mostraba las primeras desatenciones que lo seguirían durante toda la primera etapa. Porque el "Xeneize" arrancó dormido, con un Matador ganando el medio y todas las divididas. En este sentido, el equipo sintió la falta de un organizador. Fernando Gago no figura ni entre los concentrados y ni Marcelo Meli ni Federico Carrizo pudieron hacerse dueños del armado del juego. Luego, intentó con el flamante capitán Nicolás Colazo, también en vano.
Con el correr de los minutos, Boca se fue acomodando. Primero, se quedó con la tenencia del balón y luego empezó a circularlo con criterio. Pases cortos, precisos y en algunos casos profundos, hacía pensar en una mejora. Sin embargo, no lo terminaba con criterio y las jugadas de peligro brillaban por su ausencia. A los nueve, un 'cachetazo' perfecto de Colazo, para que Fuenzalida enganche en el área y luego le pegue débil con su pierna menos hábil, la izquierda.
Cinco minutos después, otra buena jugada colectiva que termina con Gigliotti cabeceando y García mandando al córner con gran esfuerzo, aunque la jugada estaba invalidada por offside. A los 19, Fuenzalida capturó un rebote desde la medialuna, que terminó con el balón besando el palo izquierdo. A los 37, Gigliotti aguantó en el área y de media vuelta le dio por arriba; a los 43 otro cabezazo del "Puma", salió muy cerca. La única jugada que se podría tomar de peligro de Tigre, luego de la del primer minuto, fue recién a los 39: contragolpe, que finalizó con un remate desde media distancia de Luna muy alto.