En un partido muy irregular y disputado, Argentina mostró lo mejor de su juego en el arranque del último cuarto. Sin embargo, cerró muy mal el partido y sufrió una derrota importante por 74-67 ante China. Este lunes habrá fecha libre. Nuestra selección cerrará la fase de grupos del Mundial, que se disputa en Grecia hasta el 5 de julio, enfrentando a España, el martes desde las 7:45 (hora de nuestro país).
Si bien esta derrota complica al equipo argentino en cuanto al posicionamiento en el Grupo B de cara a los cruces de octavos de final, Argentina aún puede ser hasta segundo en la zona. Para ello deberá vencer a España al menos por 10 puntos y esperar que Turquía derrote tanto a los españoles como a los chinos.
Juan Pablo Vaulet fue el goleador albiceleste con 16 puntos, más 8 rebotes, 3 asistencias y 2 tapas. Mientras que Iván Gramajo (15 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias y 3 recuperos) y Enzo Rupcic (11 puntos y 2 rebotes) jugaron en gran nivel. La figura del partido fue el chino Yanhao Zhao, quien finalizó con 23 puntos (4/7 en triples).
El arranque argentino no fue el mejor. Pese a tener buena iniciativa, los dirigidos por Sebastián Ginóbili volvieron a mostrar poca efectividad y fallaron algunas conversiones accesibles. Además, Argentina perdió un par de balones temprano y Juan Pablo Vaulet debió sentarse pronto tras sumar dos faltas. Esta combinación negativa resultó en un parcial de 6-0 para los chinos en los primeros minutos de acción.
José Vildoza cortó el mal arranque con una buena jugada individual tras poco más de 4 minutos. El base cordobés, y capitán del equipo, tuvo un buen pasaje en el que aportó puntos, rebotes y lucha por el balón. Junto a Máximo Fjellerup, de gran ingreso, fueron determinantes para que Argentina, apoyada en su buena defensa, cerrara el cuarto inicial con un parcial de 13-2, para irse al primer descanso en ventaja 13-8.
En el segundo cuarto, Argentina no lució tan intenso en defensa como al comienzo. Descuidó a los tirados y lo pagó caro con los aciertos desde larga distancia de la estrella china Yanhao Zhao. Tampoco fue bueno lo de los chicos argentinos en el costado ofensivo: nuestra selección estuvo fría en sus porcentajes de tres puntos y tampoco pudo correr la cancha con eficiencia. En resumen, China dominó el parcial, se impuso 24-14 y se fue al descanso largo en ventaja 32-27.
En los primeros minutos del tercer cuarto, el ritmo de juego fue frenético. Argentina no tuvo orden en ataque y dependió del desequilibrio individual de Juan Pablo Vaulet (8 puntos en el parcial). De todas maneras, el talento del cordobés no fue suficiente y los chinos llegaron a sacar 7 tantos de luz (42-35), con cinco minutos restantes en el periodo.
En el momento más complicado de nuestra selección, Facundo Corvalán ingresó con muy buena actitud e Iván Gramajo se cargó el equipo al hombro. El escolta tucumano estuvo muy activo en ambos costados y sumó 9 puntos fundamentales para que Argentina lograra un parcial de 11-4 y empatara el marcador en 46 al llegar a los 10 minutos finales.
En el último cuarto, con la defensa como estandarte, Argentina tuvo un pasaje excelente. A las destacadas acciones de Vaulet y Gramajo se sumó un gran aporte de Enzo Rupcic, para que los pibes argentinos se escaparan 65-58 a 2m07s del final. Cuando parecía que todo se encaminaba a un triunfo albiceleste, una sucesión de errores y desatenciones, más el notable acierto y determinación de China, llevaron a un final de pesadilla para Argentina, que sufrió un parcial de 16-2 en los dos minutos finales y perdió un partido increíble por 74-67.