Joseph Blatter presidió la FIFA a partir de 1998 y dejó su cargo en 2015, envuelto en un escándalo de corrupción. Sin embargo, reconoció que dar un paso al costado "fue un alivio" y aseguró: "Debí haber dejado antes mi lugar".
En diálogo con el diario suizo Blick, el ex-mandamás del fútbol mundial contó que vive "con la conciencia tranquila", aunque está sospechado por recibir coimas para otorgar las sedes de los Mundiales 2018 y 2022 a Rusia y Qatar, respectivamente.
Además, Blatter evitó opinar sobre el actual presidente Gianni Infantino. "Mi dignidad, mi moral y mi educación prohíben que hable mal de él", comentó, mientras que aseguró su presencia en Rusia 2018: "Voy a ir, Vladimir Putin me ha invitado".
Por último, el suizo criticó la implementación del VAR (la asistencia por video a los árbitros). "El juego, sin discusión, pierde atractivo. Hay que dejar que los árbitros cometan errores. Lo que está haciendo la FIFA es complicado y peligroso", opinó.