Por las calles de La Paternal no se habla de otro tema. El ascenso, Borghi, Ledesma, los 110 años; son todos temas secundarios, ya que Juan Román Riquelme es el asunto predominante. La llegada del enganche elevó el autoestima de aquellos que con ojos expandidos y boquiabiertos observaron, incrédulos, cómo uno de los jugadores más importantes del fútbol local llegaba al club que le "enseñó" todo.
Su carácter con tintes adustos y su fama de intempestivo abrían la puerta de los temores por posibles conflictos. "Román es como Shrek", lo comparaba su técnico Claudio Borghi al describir su personalidad. Puertas para adentro, las cosas no hirvieron como en su estadía en Boca. Y dentro de la cancha el comienzo fue promisorio: tras las dudas sobre los tiempos de preparación, el '10' dijo presente ante Boca Unidos y, con chispazos de lujos incluidos, se despachó con un zapatazo para ganar el cotejo.
Sonrisas. La Paternal, 'felí'. Pero la alegría tem fim. El "Bichi" lo metió entre los concentrados para viajar a Córdoba. Parecía que la carrera del enganche se encaminaba y las lesiones eran sólo un mal recuerdo. Horas antes de que el equipo suba al micro rumbo a La Docta, se conoció la noticia de que Riquelme no estaría por una "molestia". ¿Parte oficial? Misterio. El empate ante Instituto dejó a Argentinos Juniors como líder de la Zona A junto a Nueva Chicago.
Con el equipo 'andando' a pesar de su falta, el hermetismo en el Diego Armando Maradona sobre el estado de Juan Román se rompió y un hilo finito de voz soltó la versión de que estaba desgarrado. Con el reloj de arena corriendo, desde el club intentaron desactivar la bomba o, en todo caso, atenuar sus efectos, señalando que el crack tiene una fascitis plantar que le demandaría un tiempo de recuperación de dos semanas. Pero Borghi rompió los esquemas y, bastante fastidioso por las versiones, confirmó que también tiene un desgarro. Sorpresiva doble lesión que deja tela para varios capítulos más.
Con ese panorama, el "Bicho" se olvida de su rutilante incorporación al menos hasta la 5ª fecha. Por eso, para recibir a Gimnasia de Jujuy, hoy a las 18.15, seguirá en cancha con el esquema que salió a jugar en Córdoba: 4-3-3 con Cristian Ledesma como eje futbolístico y apelando a la explosión de Reinaldo Lenis y Juan Ramírez, más la capacidad goleadora de Mariano Guerreiro. ¿Los intérpretes? Los mismos que firmaron el 1-1 contra Instituto.
Desde la vereda de enfrente, Mario Sciacqua, mientras se queja por la deuda que acumulan los dirigentes con el plantel desde al año pasado, repetirá formación por tercera vez. Un 0-0 contra Guaraní Antonio Franco y el 1-1 ante Colón de la fecha pasada lo dejan con dos unidades y expectante por pelear uno de los cinco ascensos.