Con una buena defensa y una interesante eficacia con el tiro de tres puntos, Argentina comenzó el juego mejor parado que el local, tomando una rápida ventaja de 11-4, tras un par de bombas de Nicolas Laprovíttola y una de Marcos Mata.
Venezuela comenzó a intentar acercarse de la mano de su estrella, Greivis Vásquez, pero un nuevo triple argentino, el segundo de Mata, volvió a dejar a la visita con una buena distancia en el marcador (14-8).
Tras ese arranque ideal, Argentina perdió eficacia ofensiva y comenzó a pagar caro su gran problema de toda la primera mitad: las pérdidas. Mediante ellas le permitió al equipo de Néstor García correr la cancha y de esa manera, conseguir puntos que en las posesiones de 5 vs 5 le estaba costando horrores encontrar.
El potente Néstor Colmenares fue muy importante en ese sentido para la "vinotinto", que a pesar de fallar una buena cantidad de triples abiertos, logró recortar la distancia y terminar el primer cuarto abajo por apenas dos (14-16).
La sequía argentina de los últimos minutos del primer parcial se extendió a los primeros del segundo y el partido se emparejó definitivamente, más allá de un buen pasaje de Nicolás Richotti para darle algo de aire al ataque albiceleste.
Con un buen ingreso desde el banco de Martín Leiva y beneficiándose de una falta técnica a Greivis Vásquez, cobrada con tres libres convertidos por Richotti, Argentina recuperó una luz de ventaja y se fue al frente por 27 a 21, forzando al "Che" a quemar un tiempo muerto.
Allí, el entrenador argentino enfatizó la importancia de cerrar bien el período y no dejar que esos seis puntos se transformen en una diferencia mayor. Sus jugadores parecieron captar el mensaje y con una mayor intensidad defensiva, volvieron a emparejar la historia.
Argentina cayó nuevamente en una acumulación de pérdidas, las cuales volvieron a hacer volar a los venezolanos en contragolpe, sobre todo a un Colmenares siempre listo para ese tipo de situaciones.
De todas maneras, los primeros 20 minutos se cerraron con el conjunto argentino al frente por 31 a 29, en un marcador que mostró a las claras lo cerrado y físico del primer tiempo.
El inicio de la segunda mitad fue con una ráfaga venezolana que cambió el partido. Argentina volvió a cometer una gran cantidad de pérdidas y con un par de corridas y un gran pasaje de Greivis Vásquez, con 7 puntos seguidos, Venezuela se puso 38-31 al frente.
Desde allí, los de Casalanguida apretaron defensivamente y tuvieron respuestas en la entrada de Selem Safar, descontando con un par de tiros perimetrales. Igualmente el local cerró mejor y logró entrar al último parcial adelante por 48 a 42.
Un nuevo triple de Safar más una tirada libre de Pablo Espinoza dejaron al equipo argentino cuatro abajo, pero José Vargas encontró espacio en una esquina y con un bombazo importante, dejó a su equipo con ventaja de 53 a 46, promediando el cuarto período.
Argentina nunca logró volver a meterse en partido, mostrando pocas ideas y sobre todo precisión a la hora de ejecutar las mismas. Pagó caro el bajo nivel de Laprovíttola en la conducción y otros valores destacados a lo largo del torneo, como Bortolín, Richotti o Mata, tampoco aportaron soluciones.
Venezuela, ante un público que ya podía sentir que la copa se quedaba en casa, se aprovechó de esta situación y con un par de jugadas de doble y falta (una de Colmenares y la otra de Graterol), terminó de definir el encuentro.
Los de Casalanguida hicieron un último empuje para ponerse a seis con poco más de un minuto, pero Greivis Vásquez se encargó de poner a dormir cualquier esperanza con una tremenda racha anotadora, que sirvió para hacer explotar al estadio y redondear el 74-65 final.
El título representa el segundo a nivel Sudamericano para Venezuela, habiendo obtenido el primero en 1991, también como local. Para Argentina, más allá de un bajo rendimiento en la final, queda la sensación de haber hecho un buen torneo, sobre todo si agregamos como factor la mala preparación y todo lo relacionado al conflicto con la CABB, que seguramente no dejó de ser una distracción.
Greivis Vásquez fue la figura de la definición, anotando 24 puntos (18 en la segunda mitad) y siendo bien acompañado por los 13 que trajo Néstor Colmenares desde el banco.
Por Argentina, el goleador fue Selem Safar, autor de 16 puntos en 25 minutos de juego y único jugador nacional que logró llegar a los dos dígitos en anotación.