El juego tuvo un arranque parejo, con los tiros de tres como los máximos protagonistas. Por Argentina anotaron Andrés Nocioni y Selem Safar, mientras que en Brasil respondieron Ricardo Fischer y Marquinhos para igualar la historia en 8.
Las bombas continuaron cayendo, esta vez de la mano de Andrés Nocioni, quien le ganó el duelo en la marca a Marquinhos y se levantó a la carrera de tres para adelantar a los suyos. De todas maneras, las pérdidas hacían que Argentina no terminara de despegarse, si bien su defensa y un buen pasaje de Scola, lo mantenían al frente.
En Brasil no había la fluidez ofensiva de otras ocasiones y los problemas para superar la marca rival eran importantes. Si bien un triple de Olivinha igualó el marcador en 17, la última fue para los de Hernández, quienes con una bonita flotadora de Nicolás Laprovittola se llevaron el primer cuarto por 19 a 17.
El inicio del segundo cuarto esta vez fue favorable para los de Magnano. Argentina seguía con sus problemas con los balones pérdidos (7 en los primeros 12 minutos) y con una seguidilla de Deryk Ramos desde el perímetro, la visita pasó al frente por 22 a 19.
De todas maneras, la mejoría brasilera duró poco. El ingreso de Patricio Garino le dio importantes soluciones defensivas a su equipo y en el otro costado, Scola volvió a ser determinante, anotando en transición, jugando posteado y hasta asistiendo a sus compañeros. Así, el local retomó la ventaja por 24 a 22.
El buen momento albiceleste duró algunos minutos más. El ingreso de Juan Manuel Torres le cambió la tónica al encuentro, haciéndolo uno con mucho más roce y ataques fijos de lo que venía siendo hasta ahí. Luego, Magnano apostó por una defensa zonal 2-3, pero primero Leonardo Mainoldi y luego Laprovittola, la rompieron con un par de triples que alejaron a su equipo por la máxima (33-26).
Argentina parecía destinado a cerrar la primera mitad con cierta comodidad, pero no fue así. El principal factor para evitarlo fue una ráfaga de Fischer, aprovechando un par de distracciones consecutivas en la defensa de pick and roll de nuestro seleccionado. El base anotó cuatro puntos seguidos y Brasil pudo terminar los primeros 20 minutos abajo por apenas tres unidades: 37-34.
Luego de un primer tiempo apagado de su parte, el tercer cuarto le perteneció a Facundo Campazzo. El cordobés empezó a brillar, tanto atrás con robos, como adelante con su juego en transición. El ex Peñarol anotó y más tarde encontró abierto a Safar, quien clavó un triple desde la esquina para tomar una máxima de 9 (46-37).
Nuevamente el trámite parecía favorecer a los de Hernández, pero la respuesta de Brasil no tardó en llegar, esta vez de la mano de sus interos. Aunque Rafael Mineiro y Fischer castigaron desde afuera, la clave de la reacción fue Augusto Lima, quien con su velocidad para cortar hacia el aro y destacada capacidad técnica, le trajo serios inconvenientes a la marca argentina. La diferencia desapareció y los dirigidos por Magnano se acercaron a una unidad (50-49).
En los últimos minutos del tercero hubo una alta eficacia de parte de ambos. En Brasil aparecieron Mineiro y Joao Paulo Batista, mientras que en Argentina hubo otro buen momento de Scola. Afortunadamente, el primero que rompió el ida y vuelta de puntos fue el seleccionado nacional, que consiguió un par de buenas defensas y en el otro campo sumó con un triple de Nocioni y una bandeja de Campazzo para ingresar al último período adelante por 59 a 53.
La confianza ganada por Campazzo lo ayudó en el cuarto parcial, el cual abrió con más contragolpes y penetraciones, mostrando una velocidad más que el resto. En defensa, Hernández apostó por una zona pero aún así sus dirigidos mantuvieron la intensidad y le dieron pocos espacios al contrario, tomando ventaja de 64-55.
El golpe definitivo para sentenciar la historia lo iba a dar nada menos que Scola, anotando cerca del aro pero también de tres puntos, tras un pase de lujo del propio Campazzo. Además, Nocioni también castigó de afuera y la diferencia subió a 15 (74-59).
El cierre fue a toda orquesta, con Argentina, liderada todavía por el tridente Campazzo-Scola-Nocioni (51 puntos entre los tres) luciéndose ante su público hasta llegar al 82 a 68 final. La selección ganó con autoridad, mantuvo algunas virtudes, corrigió ciertos defectos y sobre todo, jugó unos segundos 20 minutos que generan mucha ilusión de cara al Preolímpico. (Básquet Plus)