Esta será la cuarta vez en los últimos cuatro años en que Boca y Central choquen en un partido de eliminación directa, siempre correspondiente a la Copa Argentina. Ya lo hicieron en 2015 (final), 2016 (cuartos de final) y 2017 (octavos de final).
Boca tratará de torcer esta noche en Mendoza la mala racha que viene atravesando en finales: perdió las últimas tres de forma consecutiva y son cuatro caídas en los cinco juegos definitorios más próximos en el tiempo.
La más reciente y dolorosa es la caída ante River en la final de la Copa Libertadores pasada. Fue 2-2 en la Bombonera y 3-1 en el prórroga en el Santiago Bernabéu de Madrid. El mismo rival lo venció también en 2018 por la Supercopa Argentina, esa vez por 2-0 en Mendoza.
Por el mismo torneo el verdugo anterior fue San Lorenzo, con un lapidario 4-0 en el Córdoba, en la edición 2015, que se disputó como siempre a comienzos del año siguiente.
La única sonrisa reciente del Xeneize en finales fue justamente ante el rival de mañana, Rosario Central. Por Copa Argentina lo venció por 2-0 la noche en la que Diego Ceballos convalidó un penal por una infracción claramente fuera del área. Los goles fueron del uruguayo Nicolás Lodeiro y Andrés Chávez.
Para la siguiente final hay que ir hasta la Supercopa Argentina 2012, cuando Arsenal lo superó por 4-3 en la definición por penales, tras empatar sin goles en los 90 reglamentarios.