Cada 1º de mayo es especial y no solamente por el Día Internacional del Trabajador. En 1994 cayó domingo y la Fórmula 1 perdió en Imola a Ayrton Senna, una de sus leyendas. Ese mismo lugar, elegido para los grandes premios de San Marino, también había marcado su trayectoria una década antes, cuando por única vez no pudo largar una carrera.
Fue su cuarto fin de semana como piloto de la máxima categoría tras abandonar en Brasil y dos meritorios sextos lugares en Sudáfrica y Bélgica. El paulista de 24 años llegó el miércoles a Bolonia, la ciudad italiana cercana al autódromo. Después de instalarse y disfrutar las pastas tradicionales de la región, el viernes le tocó salir a pista con el Toleman-Hart rojo, blanco y azul número 19, célebre por su particular doble alerón trasero.
Ese 4 de mayo, en su giro más rápido en los 5,04 kilómetros paró el reloj en 1m41s585, a 13 segundos de su compatriota Nelson Piquet (Brabham). Quedó 28º sobre 28 autos, último, cuando los 26 más rápidos entraban en la nómina habilitada para competir el domingo. Su compañero de equipo Johnny Cecotto fue 19º, a 7s del poleman. Así y todo, Senna se las ingenió para destacarse 24 horas más tarde.
Lo curioso es que en esa edición se contaron los tiempos de viernes y sábado para la clasificación. El día posterior amaneció con mucha lluvia en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari, al noreste de Italia, y quien luego fue tricampeón del mundo fue el más rápido de toda la jornada, en lo que representó su primera muestra de calidad cuando la humedad se hacía presente en la F1.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">Todos los años hay un campeón, pero no siempre hay un gran campeón. <br><br>El 1 de mayo de 1994 perdió la vida en Imola. Hoy y siempre debemos recordar su legado como deportista y como persona.<br><br>Ayrton Senna ?? un gran campeón. <a href="https://t.co/QxLXi8zzDQ">pic.twitter.com/QxLXi8zzDQ</a></p>— Pedro Bozo (@pedrobozoa) <a href="https://twitter.com/pedrobozoa/status/1388483102561931267?ref_src=twsrc%5Etfw">May 1, 2021</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
La hazaña sabatina con un auto sumamente inferior al de la mayoría de sus rivales no le bastó para mejorar el tiempo del viernes y correr ese domingo 6, en el que en piso seco se impuso uno con el que mantendría una rivalidad eterna: el francés Alain Prost (McLaren). Más adelante, hasta el fatídico 1994 pudo sacarse las ganas de brillar en Imola con tres victorias, ocho pole positions y cinco podios en diez carreras.
Aquella decepción marcó sin dudas un punto de inflexión en el camino de Senna. A la fecha siguiente abandonó en Francia, pero en su quinto GP logró el memorable segundo puesto bajo una lluvia inédita en el mítico circuito callejero de Mónaco, donde lo privó de ganar una bandera roja rogada por Prost cuando el brasileño le descontaba cuatro segundos por vuelta. Lo que siguió es historia.