<b>Fuente:</b> <i>Prensa Martín Fierro</i>
Siempre ha sido fácil recordar a los campeones, como el Martín Fierro del 2001 en un "Triple Alianza" verdaderamente reconocido y elevado en un alto nivel de exigencia o también el Bicampeón del Clausura de la Unión Deportiva 2016 y 2017, que así llevó a sumar su tercera estrella de campeonatos obtenidos, en lo que respecta a ligas departamentales adjuntadas. Sin dejar al margen la consagración de las ligas del departamento Tala como las del '68, '69, '85, '86 y 2008 que lograron las proezas de su rica historia gloriosa.
Pero sus epopeyas se han escrito de momentos dificiles también, en los que demostró su valor para levantarse y seguir adelante componiendo su "pasión, fuerza y mística" tan caracteristico en las expresiones del recordado Luis "Beto" Vesque.
Esta misma nace con la llegada del Padre Jeannot Sueyro al pueblo de Maciá y que con el deseo de obsequiarle su agradecimiento a la localidad que lo recibió con tanto afecto, se convirtió en el predicador de sueños, de aquellos jóvenes soñadores que anhelaban dar vida a su deseo de jugar al fútbol en un pueblo donde la pelota estaba de luto.
Charlas de fútbol en la parroquia, en el alcantarillado del pueblo y en tantos otros lugares. El "cura gaucho" miro la cruz, encontrando los sones del "Martín Fierro" y a boca de jarro expresó "hay que formar un club". Fue allí que el sol y los faroles fueron testigos del grupo de amigos que noche y día construían su canchita. Allí estaba el joven glorioso "gallego" Zabala colaborador incansable que hasta el día de hoy, sigue jurando su amor y lealtad a nuestro amado club de la amistad.
Una banda atravesó el cuerpo y la Pasión se volvió realidad. Se escucharon latidos de fierro, sangre azul y blanca fueron la identidad.
Alientos, abrazos y llantos de madres, reflejaban la calidez humana de las "Damas del Fierro" y ese anhelo ya no era un sueño, fue el movimiento popular, el pálpito del pecho de los habitantes del pueblo, hoy la ciudad.
Su canchita se mudó y en homenaje al "portador de esperanzas", las emociones de domingos laten fuerte en el bautizado "Jeannot" al grito de "arriba los tiburones" también en homenaje a "Peco" Sack.
Martín Fierro es esa pasión inexplicable que sólo se siente. Es la escuela de la vida porque cuando se cae, se levanta y se vuelve a jugar.
Y cuando se transita por la "mala" es donde la bandera azul y blanca más flamea, vaya a donde vaya.
Este humilde club no es grande por sus logros, es grande por su gente, por la pasión de esta gran familia que hoy brinda otro año más de vida... que da sentido a nuestra vida.... el glorioso Martín Fierro.