Fuente:<b> EntreDeportes</b>
<i>El Decano,</i> se despertó nuevamente y dijo presente. Acostumbrado a jugar finales, tuvo la oportunidad y no la dejó escapar. En un partido mal jugado, con un polémico arbitraje de Horacio Verbauvede, 25 de Mayo derrotó en su estadio El Pinar a Roma por 2 a 1 y la copa de Campeón vuelve a brillar en sus vitrinas.
Aunque intentó desarrollar su tradicional juego, 25 de Mayo núnca pudo imponer sus condiciones, pero en el primer tiempo creo las situaciones más claras. En tres oportunidades Federico Serra apareció por sorpresa por el centro del area pero no pudo definir de la mejor manera. Roma apostaba todo a algún pelotazo para sus delanteros que eran bien controlados por la defensa del decano.
En el segundo tiempo todo parecía que iría por los mismo carriles, hasta que a los 12 m Sergio Gross apareció sin marcar por el lateral derecha y con un fuerte disparo venció la resistencia de Daian Sciara. La gente de Ramirez comenzaba a soñar con llevarse el título. 25 de Mayo no encontraba claridad. El técnico Orlando Frutos decidió mover el banco: entraron Federico Bardou, Matias Perotti y Luciano Rosal por Blasón, Reyes y Sciara. A los 35 minutos Lopez y Gimenez disputaban la pelota ante el cierre del arquero de Roma que vió como el balón le pasaba entre las piernas para poner el empate 1-1.
Sobre los 43 minutos llegó lo que nadie quiere ver, luego de varias jugadas disputadas por los dos equipos, Gato Arrúa definió dentro del area para el 2-1 para el decano. Inmediatamente uno de los ayudantes de campo de Roma (el DT ya había sido expulsado) ingresó corriendo al campo de juego para insultar e intentar agredir al juez del encuentro Verbauvede. Fueron varios minutos donde el encuentro estuvo detenido, con intento de agresión de varios jugadores que no podían ser calmados por la policia. La gente de Roma protestaba por una infracción previa al gol de Arrua. El arbitraje de la final, no estuvo a la altura de las circunstancias. El juez durante todo el encuentro seguía las jugadas de lejos, lo que provocaba muchas veces la protesta de ambos equipos. En un par de oportunidades vió agresión de jugadores que sancionaba con tarjeta amarilla, cuando el reglamento marca claramente que es expulsión.
El encuentro trató de reanudarse pero a los pocos minutos, luego de varias jugadas fuertes comenzaron a caer piedras desde la parcialidad de Ramirez y el juez dió por finalizado el partido. El fútbol no merecía tener este triste cierre. Tampoco lo merecían 25 de Mayo ni Roma, que lucharon todo el año para llegar hasta la ansiada final. El decano como lo hizo en el Apertura y Clausura 2012 y 2013, volvió a gritar Campeón. Impuso su historia. El fútbol de la región sabe que significa 25 de Mayo. El campeón está de vuelta.