Frente a la caída de la recaudación del Impuesto PAIS, que equivaldrá a aproximadamente el 1,44% del Producto Bruto Interno (PBI) este año, el Gobierno nacional anunció nuevas medidas que incluyen una reducción de retenciones al sector agropecuario. Esta rebaja, que impactará principalmente sobre productos clave como la soja, el maíz y el trigo, busca ofrecer un alivio a los exportadores. Sin embargo, la medida también generó preocupaciones sobre sus implicancias fiscales y el impacto en los precios locales de los alimentos.
La rebaja de retenciones tendrá un costo fiscal estimado de unos 800 millones de dólares anuales. Según la consultora CEPEC, "según los precios FOB actuales, implica un beneficio adicional de aproximadamente u$s28 por tonelada de soja y u$s6 por tonelada de maíz". Esto representa una importante mejora en los precios que los exportadores recibirán por sus productos, lo cual podría tener efectos positivos en el sector agropecuario.
Impacto fiscal y consecuencias sobre la inflación
Sin embargo, esta decisión gubernamental también genera una serie de interrogantes. "La reducción de retenciones era una demanda recurrente del sector agropecuario, ya que estos impuestos afectan directamente la competitividad internacional de los productos argentinos", explicó CEPEC. Si bien la medida busca aliviar a los productores, la consultora también señala que "las retenciones cumplen también el rol de desacoplar los precios internacionales de los locales, especialmente en contextos de alta inflación".
De acuerdo con CEPEC, la rebaja de las retenciones puede tener un impacto fiscal significativo, ya que "el costo fiscal estimado es de u$s800 millones anuales". Esta reducción de ingresos podría generar una mayor presión sobre las finanzas del Estado en un contexto de "tensión presupuestaria", donde el Gobierno ya enfrenta desafíos para mantener el equilibrio fiscal. Además, la disminución de los impuestos sobre la exportación podría tener efectos en la economía local, dado que "podría aumentar la presión sobre los precios locales de los alimentos, generando un impacto en el índice general de precios".
Condiciones para acceder a la rebaja y beneficios para los productores
Para poder acceder a la rebaja de las retenciones, los productores deberán cumplir con una condición importante: liquidar los productos dentro de los 15 días posteriores a la presentación de la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). A pesar de que esta medida es temporaria y busca aliviar al sector agropecuario ante los "bajos precios internacionales y condiciones climáticas adversas", según indicó la Secretaría de Industria y Comercio, la reducción también tiene su contrapartida en términos de exigencias.
"La medida refleja la decisión del Gobierno de reducir el peso del Estado para los sectores productivos, en el marco de la política de superávit fiscal", señala la comunicación oficial. Además, el decreto que se publicará en los próximos días especificará cómo se llevará a cabo la reducción en los derechos de exportación. De este modo, los porcentajes de retención de productos clave como la soja (poroto) bajarán del 33% al 26%, la soja (aceite y harina) del 31% al 24,5%, y otros productos como el trigo, maíz, cebada y girasol también verán una disminución en su tasa impositiva. (Con información de Ámbito Financiero)
