REDACCIÓN ELONCE
La semana pasada comenzó en el Tribunal Federal de Paraná el juicio oral y público contra Juan Martín Morales, el narcotraficante que había escapado de la sede de la Policía Federal de Concordia y fue aprehendido con nueve ladrillos de droga.
El escape de Morales, de 33 años, ocurrió en la Delegación Concordia de la Policía Federal Argentina tras limar los barrotes de la celda donde se encontraba.
Se dirigió a la calle donde lo esperaba una mujer en moto y de allí se le perdió el rastro hasta el 30 de abril de este año, cuando la División Investigaciones de Concordia recibió la información de su posible paradero, tras lo cual fue detenido.
Pero eso no fue todo, los policías constataron en lugar donde estaba la presencia de casi siete kilos de marihuana distribuidos en nueve “ladrillos”.
Este lunes se realizó la audiencia de alegatos y en diálogo con Elonce, el Fiscal General José Candioti confirmó que Morales recibió una pena de 4 años y 3 meses de prisión. Además de una multa de más de 2 millones de pesos.
Para Candioti, quien llevó adelante la acusación, se encontraba completamente acreditada la responsabilidad de Morales en los graves hechos que se le imputan.
“Desde el Ministerio Público Fiscal consideramos que la responsabilidad de Morales está absolutamente demostrada. Recordemos que, en 2023, Morales estaba cumpliendo prisión preventiva por un delito relacionado con la violación de la Ley 23.737 (Ley de Estupefacientes) cuando, en una fuga cinematográfica, logró escapar limando los barrotes del lugar donde estaba detenido", relató Candioti.
El fiscal explicó que, tras su fuga, se obtuvo información que permitió dar con el paradero de Morales en un domicilio de Concordia. Fue allí, el 30 de abril de 2024, donde las fuerzas de seguridad realizaron un allanamiento que no solo permitió capturar al prófugo, sino que también descubrió una cantidad significativa de droga en su poder. “En ese allanamiento se encontraron más de 6 kilos de estupefacientes fraccionados en nueve envoltorios. La cantidad y el fraccionamiento demostraron que Morales no solo estaba en posesión de la droga, sino que su destino era el comercio, lo que pone en evidencia el grave peligro para la salud pública”, explicó el fiscal.
Candioti detalló que el hallazgo de la droga fue acompañado por otros elementos comprometedores: “Se encontró una balanza de precisión, recortes de nylon, dinero en cantidades significativas. Estos elementos, sumados a los antecedentes de Morales, quien ya tenía condenas previas por el transporte de estupefacientes, refuerzan la idea de que estaba dedicado al comercio ilegal de drogas”, aseveró.
Además, el fiscal recordó que en el juicio se solicitó que se le aplicara la calificación de “tenencia agravada” por el destino comercial de la droga, y no simplemente “tenencia simple”, como solicitaba la defensa. “La jurisprudencia y la doctrina nos indican que, dado el volumen de droga y los elementos encontrados, está claro que el destino de este estupefaciente era el mercado ilícito, lo que justifica una pena más severa", sostuvo Candioti.
Condena y multa económica
La condena finalmente impuesta por el tribunal fue de 4 años y 3 meses de prisión para Morales, una pena inferior a la solicitada por la fiscalía, que había pedido 5 años y 6 meses. No obstante, Candioti destacó la importancia de que el tribunal haya validado la responsabilidad del imputado y le haya aplicado la calificación jurídica que la fiscalía solicitaba. "Si bien la pena fue menor a la solicitada, lo importante es que se ha condenado a Morales por un delito grave, y el tribunal aceptó nuestra argumentación respecto a la tenencia agravada", dijo el fiscal.
A su vez, el tribunal dispuso la aplicación de una multa económica de más de 2 millones de pesos. Candioti consideró que esta medida era adecuada, dada la capacidad económica de Morales. “Durante su fuga, Morales pudo mantenerse oculto, incluso organizó la fiesta de 15 años de su hija. Esto es indicativo de su poder adquisitivo y de que la droga encontrada en su poder tenía como destino la comercialización”, subrayó.
El caso de Fontán
En cuanto a la otra persona involucrada en el allanamiento, Carlos Fontán, dueño de la vivienda donde se encontró a Morales, Candioti señaló que la defensa había solicitado su absolución. “Nosotros entendíamos que Fontán debía ser responsable por facilitar el lugar donde Morales se ocultaba, pero el tribunal consideró que no había suficientes pruebas en su contra para condenarlo”, explicó el fiscal. Pese a ello, Candioti aclaró que el equipo de la fiscalía sigue analizando la situación y no descartó la posibilidad de recurrir la decisión ante el tribunal superior.
En cuanto al futuro de Morales, Candioti afirmó que, además de la pena por el secuestro de estupefacientes, se está investigando su fuga, que sigue siendo objeto de una causa aparte. “El hecho de que haya limado los barrotes de su celda en un intento de escape también constituye un delito, y Morales deberá responder ante la justicia por ello”, recalcó el fiscal.
Finalmente, Candioti destacó la relevancia de este juicio y la condena de Morales, no solo como una victoria para la justicia, sino también como un mensaje claro sobre el combate contra el narcotráfico y las conductas delictivas relacionadas. “El comercio de estupefacientes es una de las actividades que más daño genera a la sociedad, y es fundamental que los operadores judiciales estén a la altura de las circunstancias para perseguir y condenar este tipo de delitos", concluyó.
La condena a Morales cierra una etapa importante de este caso, pero la causa continúa abierta con respecto a otros aspectos, como la investigación por la fuga y la posible apelación del fallo sobre Fontán. Elonce.com