Los agricultores europeos dejaron en estado crítico el tratado de la Unión Europea y el Mercosur. Incluso, gremios que representan a los campesinos franceses se movilizaron en París este año y otras ciudades galas. Sin embargo, el descontento agrario está atento al pacto entre ambos bloques, sigue latente y se extendió este año en otros países, como España, Bélgica y Alemania.
En esas naciones europeas, los trabajadores del campo se unieron para gritar una consigna clara: no a la flexibilización de aranceles en importaciones agrícolas.
Los agricultores, hartos de las estrictas reglas de producción impuestas por el bloque, afirman que un acuerdo de libre comercio dejaría en desventaja a los pequeños productores europeos, beneficiando únicamente a las multinacionales que pueden bajar sus costos de producción consumiendo insumos suramericanos.
Lejos de avanzar
Con la situación europea como telón de fondo y la crisis política en el gobierno de Francia, una de las naciones que se convirtió en detractora del acuerdo, Montevideo es el anfitrión de la edición 65 de la cumbre del Mercosur, que tiene como gran objetivo, terminar de pactar el acuerdo con la Unión Europea que ha generado polémica en el viejo continente y desatado protestas en varios países.
Tras las presiones de los productores franceses, Emmanuel Macron, había afirmado públicamente, su rechazo al acuerdo con el bloque suramericano, señalando que "las normas medioambientales y de higiene" que son impuestas a los trabajadores europeos deben ser incluidas en el acuerdo, de lo contrario, Francia seguirá negándose a la firma.
Siendo uno de los más productivos del bloque, los campesinos europeos serán vitales en el futuro del acuerdo entre la UE y el Mercosur, que cada vez se ve más lejos de completarse.
Qué puede pasar en la cumbre
El abogado y profesor Adriano Spedaletti, director de la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica Argentina, y autor del libro “El MERCOSUR en el laberinto intergubernamental”; se refirió a la viabilidad de este acuerdo comercial, la situación en la que los Estados llegan a esta cumbre y qué se puede esperar de la reunión de los países sudamericanos.
En diálogo con France 24, Spedaletti, fue consultado por la tónica en la que llegan los países miembros del Mercosur a la cumbre. Al respecto, el especialista sostuvo que “arriban con posiciones distintas. Va a haber una postura Argentina, de flexibilización de los impuestos, como lo venía proponiendo el presidente de Uruguay. Este concepto, no es más que la baja de impuestos, sobre todo, lo que tiene que ver con el arancel externo común del Mercosur para los productos que vienen de afuera del Mercosur”, sostuvo.
Perspectivas negativas
En la cumbre, “vamos a tener la discusión del tratado de la Unión Europea con el Mercosur, que, según mi parecer, no va a prosperar. Sobre todo, porque ahora, se suma un ingrediente más a lo que ya teníamos, que es la crisis política en Francia”, dijo Spedaletti.
Asimismo, amplió que “además de las cuestiones que ya eran conocidas, en donde había una distancia de algunos estados de la Unión Europea, con Francia a la cabeza; también se verán algunas cuestiones que se referían a la deslealtad, supuestamente, comercial con relación a cuestiones de leyes laborales y ecológicas”, explicó.
Alternativas de avance
En tanto, Spedaletti mencionó que, a esos elementos, “se le suma la crisis política. Creo que el cóctel es difícil y no creo que prospere este acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur. Es decir, no creo que prospere esta firma, la cual, era una de las últimas oportunidades para avanzar”, señaló.
Por otra parte, el profesor sumó como factor que “no es el mejor momento para el presidente Emmanuel Macron para firmar este acuerdo, porque ha habido protestas de agricultores”, resaltó el director de la carrera de Relaciones Internacionales de la UCA.
En tanto, sobre lo que podría ocurrir con el futuro del acuerdo entre ambos bloques, Spedaletti, estimó que “habría alguna posibilidad de reformular el acuerdo y que se encontraran vías alternativas. La pregunta de qué alternativas hay o qué posibilidades de reformas hay, y la respuesta tiene que ver con una cuestión sistémica. Si tenemos un sistema intergubernamental como tiene el Mercosur, lamentablemente, si todas las partes no están de acuerdo y no hay consenso; no existe posibilidad de avanzar en ningún tipo de estos tratados”, remarcó en diálogo con France 24.
Su estructura no lo permite
Ante ello, “probablemente, algún presidente proponga una libertad de acción, es decir, negociar de manera independiente acuerdos de libre comercio con otros Estados. Pero, lamentablemente las reglas del juego del Mercosur no lo permiten. No es una cuestión de un juicio de valor, porque las reglas del juego del bloque sudamericano, no tienen en su estructura jurídica e institucional, la capacidad de firmas de manera independiente de los Estados”, sostuvo Spedaletti.
En referencia a lo que pudiera ser la postura del Gobierno argentino, el especialista sostuvo que “si las propuestas por parte de Argentina y la insistencia de Uruguay, pero la de Brasil, aunque Lula sí está de acuerdo con el tratado con la Unión Europea, va a generar un choque político que no se puede resolver en la estructura institucional y jurídica del bloque”, indicó.
Costo político
“Si uno quiere cambiar esa estructura institucional y jurídica del Mercosur, tienen que haber reformas de tratados de fondo y muy profundas. Esto no se puede modificar con una decisión simplemente en una Cumbre”, dijo Spedaletti y agregó que “hay muchas críticas al Mercosur, pero también el costo político de tirarlo abajo es muy alto. No es tan fácil patear el tablero y tirar abajo toda la historia”, remarcó el analista.
Además, destacó que “este bloque (por el Mercosur), a pesar de todos sus defectos, tiene algunas cosas que son para destacar, como, por ejemplo, todo lo que se ha generado en cooperación y que es una zona de paz, desde la creación del tratado”, mencionó el letrado.
En referencia a las posturas de Argentina y Uruguay, que buscan generar acuerdos bilaterales, Spedaletti, sostuvo que “el sistema del Mercosur hace que sea totalmente dependiente de los presidentes de turno de cada país. Entonces, las ideologías y política exterior de cada Estado, son directamente relacionadas a los potenciales avances o no del bloque. Es decir, lamentablemente, hay una incompatibilidad de base, que hace muy difícil los avances de los acuerdos, si es que depende de las personas y no de los intereses de los Estados”, concluyó Spedaletti.
Fuente: (France 24)
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