La sesión especial solicitada por la oposición en la Cámara de Diputados para tratar la reforma de la ley de DNU y rechazar el decreto 846 fracasó por falta de quórum. La noticia fue celebrada en la Casa Rosada, que desplegó una intensa operación para desactivar la iniciativa. A última hora, y ante la certeza de no poder reunir los votos necesarios, los bloques opositores pidieron una prórroga hasta el jueves 21 de noviembre, pero el presidente de la Cámara, Martín Menem, declaró caída la sesión y descartó cualquier posible prórroga.
El temario de la sesión incluía dos proyectos clave: uno para reformar la ley de DNU, con el fin de limitar el uso del decreto presidencial para gobernar, y otro para rechazar el decreto 846, que otorga al Ejecutivo la facultad de canjear deuda sin la aprobación del Congreso. Sin embargo, la presión ejercida por el Gobierno sobre los gobernadores de diferentes provincias resultó determinante para el fracaso de la oposición.
Según fuentes de la Cámara, nueve diputados de Unión por la Patria, que tienen 99 integrantes en total, no iban a dar quórum. Entre ellos se encontraban diputados de Catamarca, Santiago del Estero, Neuquén y Mendoza, quienes responden a los gobernadores locales, entre ellos Raúl Jalil, Gerardo Zamora y Omar Gutiérrez. Además, en el frente opositor también se produjeron bajas, con figuras como Ricardo López Murphy y Jorge "Loma" Ávila, que decidieron no asistir a la sesión.
El bloque de la UCR, que originalmente había impulsado la reforma de la ley de DNU, se alineó con el oficialismo y decidió no dar quórum, argumentando que la discusión del Presupuesto debía tener prioridad. Esta decisión fue clave, ya que el Gobierno utilizó la amenaza de suspender el tratamiento del Presupuesto como una herramienta de presión sobre los legisladores opositores.
La Casa Rosada logró que los opositores se bajaran de la sesión a cambio de un compromiso de tratamiento del proyecto de Presupuesto en comisión, que se realizará el jueves 14 de noviembre. Esta maniobra permitió al oficialismo evitar una derrota en el Congreso y ganar tiempo para negociar el presupuesto con los gobernadores, que también fueron parte clave en el cálculo político detrás del fracaso de la sesión.
En un comunicado posterior, los bloques opositores anunciaron la postergación de la sesión para el 21 de noviembre, justificando la decisión en el tratamiento del Presupuesto. Sin embargo, desde la oposición se levantaron críticas por la "operación" oficialista, con algunos diputados calificando la jugada como un claro ejemplo de cómo el Gobierno manipula las negociaciones en el Congreso.
Por su parte, el diputado del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, acusó a los diputados de la UCR y Unión por la Patria de "ayudar a Milei a seguir gobernando por decreto", mientras que el oficialismo celebró el resultado como una victoria estratégica.
La disputa por el control de la agenda legislativa sigue siendo clave en la confrontación entre el Gobierno y la oposición, mientras se preparan nuevas negociaciones que podrían definir el rumbo del país en los próximos meses. (NA)