REDACCIÓN ELONCE
El 24 de enero murió la entrerriana Carolina Larrosa tras pelear contra una rara enfermedad por una gran cantidad de tiempo. Su imagen aun es recordada deportivo. Por tal motivo, desde una escuela de arqueros ubicada de calle Don Bosco y Maya se le rindió homenaje con la confección de una camiseta que la recuerda.
Tiene en un escudo una imagen de una de sus atajadas en un partido de fútbol, que también contenía la fecha de nacimiento y el signo de infinito. También, detrás en la espalda se recordó su amor por los animales.
Laura, su madre, se mostró muy conmovida por el gesto y expresó: “Hoy le entregaron a todos los chicos de la escuela de arqueros esta remerita en conmemoración a Caro. El diseño tiene una atajada de ella, que es espectacular. A ella la adoraban en todos lados. Tenía un carisma para todo y ella era muy predispuesta. Por lo general, todo lo que ella hacía, lo hacía bien. La querían muchísimo en todas partes”.
“Es un momento de alegría en sí. Nada más que cuesta estar acá y cuesta hablar de estas cosas”, afirmó con la voz entrecortada. Además, agregó: “Me hace sentir muy bien que la haya querido tanta gente a mi hija. Es impresionante lo de este ambiente. Dejó huellas en todos lados y fueron buenas. Eso es lo importante”.
El padrino de Carolina, por otra parte, afirmó: “Es lo que ella se merecía. Lamentablemente nos dejó muy rápido. Estoy totalmente agradecido a los chicos”.
Candela, una de sus amigas, recordó estar “siempre al pie del cañón buscando cómo ayudar desde el lugar que nos tocaba. Estoy súper agradecida, orgullosa de la persona que era ella porque se ve reflejado cómo la gente la quería. Todo es muy lindo y este lugar es donde siempre se sintió muy acompañada y contenida”. Sobre el lazo que las unía, rememoró: “Fuimos a danza mucho tiempo juntas, después jugamos al fútbol y toda la vida la compartimos desde la adolescencia y la adultez”.
Nahuel, quien era la pareja, agradeció a profesores y a todos los chicos que se acercaron. “Esto ella lo tomaba como algo que era su distracción, era lo que la llenaba y le gustaba. Lo tomaba como parte de su familia (a la escuela). Todas las personas acá hacíamos el esfuerzo para que ella sea feliz. Ella era luz, no tenía maldad y las cosas de la vida no salen como uno quiere”, cerró.