La Fiscalía de Estado firmó dictamen y aconsejó la cesantía del médico otorrinolaringólogo Guillermo Riolo (acusado de presunta mala praxis) en el marco del sumario que se le había iniciado en diciembre pasado por la acumulación de 40 inasistencias como jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital San Martín. Ese dictamen fue luego girado a manos del secretario de Justicia, Martín Acevedo Miño, y el expediente volvió al Ministerio de Salud.
Riolo, quedó en el centro de la atención pública y complicado desde el punto de vista judicial tras el fallecimiento de Facundo, el nene, de tres años, al cual el profesional había sometido a una cirugía de amígdalas y adenoides.
Tuvieron que producirse más de 40 faltas para que el área competente advierta la situación y la medida administrativa tomó trascendencia justo en el momento en que se produjo este trágico suceso para una familia de Paraná que es investigado por la Justicia.
Suspensión de matrícula
En marzo último, el Ministerio de Salud ordenó abrir un sumario administrativo al médico especialista Guillermo Gabriel Riolo, jefe del Servicio de Otorrinolaringología.
El decreto Nº 4.966, del 7 de diciembre último, dispuso la medida dado que el mismo había incurrido en faltas “sin aviso” durante 2022 y 2023. Sumó un total de 41 inasistencias; sólo con más de 10 es causal de cesantía.
Fiscalía de Estado también había recomendado una medida precautoria: la suspensión de la matrícula de Riolo, lo cual finalmente fue concretado por el ministro de Salud, Guillermo Grieve.
Antes, el viernes 4, Grieve había firmado la resolución N° 4.369 a través de la cual ordenaba la realización de un segundo sumario a Riolo –el primero había sido en diciembre, cuando se lo separó de su función de jefe del Servicio de Otororrinolaringología del Hospital san Martín por haber acumulado 41 inasistencias, un motivo de cesantía-, esta vez “por estar su conducta presuntamente incursa en violación a lo establecido en la Ley N° 3.818, una norma que data del año 1952.
Salud pidió la intervención de la Fiscalía de Estado “para emitir la intervención consultiva de competencia” y “evaluar la posibilidad de disponer con carácter preventivo, provisorio y cautelar la suspensión de la matrícula de profesional involucrado mientras se sustancia el sumario ordenado”.
En efecto, Fiscalía de Estado opinó que correspondía iniciar el sumario a Riolo y también la suspensión de la matrícula “con carácter de medida precautoria y provisional, hasta tanto se concluya el respectivo sumario y se resuelva la aplicación de la medida que se estime corresponder”.
El caso de Facundo
El sumario fue consecuencia del dolor de Marina Aristimuño y Luis Barrios, los papás de Facundo, el nene de 3 años que Riolo operó de amígdalas y adenoides el jueves 19 de septiembre en la Clínica del Sol, de Bovril. Habían acudido a él por recomendación de un pediatra: recorrieron el listado de profesionales de su obra social y así empezó el contacto. La intervención quirúrgica se realizó en Bovril por cuanto Riolo “no atendía en la Clínica Modelo por motivos personales y , además, en el Sanatorio del Niño, con suerte, recién había fecha para fin de año”. Pagaron 254.000 pesos. Facundo ingresó a quirófano a las 16,15 de aquel jueves 19 de septiembre.
Pronto empezaría el calvario. Riolo los anotició a los papás que la cirugía “se había complicado porque encontró un vaso sanguíneo detrás de la nariz y comenzó a tener una hemorragia que no podía parar”. Lo derivaron de urgencia al Sanatorio del Niño, en Paraná, ese mismo jueves. Llegaron a las 19,15. Facundo ingresó a Terapia Intensiva, “deshidratado” y con una hemorragia que no se detenía, e “hizo un paro cardíaco de treinta minutos del cual salió con un diagnóstico negativo”. En el ínterin, intentaron vanamente comunicarse con Riolo: no respondía al teléfono. Fuente: Entre Ríos Ahora
Al día siguiente, viernes 20 de septiembre, los médicos del Sanatorio del Niño los anotician del peor diagnóstico: Facundo tenía muerte cerebral. Fallece el 25 de septiembre.
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