Un reciente informe presentado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirmó que el fenómeno climático de La Niña impactará con fuerza en Argentina durante los últimos meses del 2024, provocando sequías y temperaturas elevadas por encima de lo habitual. Según el SMN, existe un 81% de probabilidad de que La Niña afecte gran parte del territorio nacional, un dato que preocupa especialmente a los sectores agrícolas.
El informe detalla que el trimestre octubre-noviembre-diciembre (OND) estará marcado por una escasez significativa de precipitaciones y un aumento considerable del calor en todas las provincias del país. "A octubre, noviembre y diciembre les sobrará el calor y les faltará el agua", advierte el reporte, lo que representa un duro golpe para el campo y la próxima cosecha.
Las regiones agrícolas, que ya venían atravesando condiciones climáticas adversas, serán particularmente afectadas por la falta de lluvias. En muchas zonas del país, las precipitaciones necesarias para el crecimiento de los cultivos no se darán en cantidad ni en los tiempos requeridos. Este déficit hídrico compromete gravemente la productividad de los campos, ya que la humedad del suelo será insuficiente para sostener una cosecha adecuada. Los expertos señalan que, aunque el riego artificial podría ayudar en ciertas áreas, no es capaz de suplir la falta de precipitaciones a gran escala.
El informe del SMN también incluye una explicación técnica sobre las condiciones climáticas que contribuyen al fenómeno de La Niña. Según detalla, “las anomalías de temperatura del agua del mar en el océano Pacífico ecuatorial son consistentes con condiciones neutrales, pero las temperaturas se encuentran levemente más frías de lo normal en ciertas áreas". Además, se observa que los vientos alisios en el océano Pacífico ecuatorial se intensificaron, lo cual contribuye a mantener el índice de Oscilación del Sur en valores positivos, propiciando la aparición de La Niña.
Esta situación preocupa especialmente a los productores rurales que dependen de las lluvias regulares durante la primavera y el verano para garantizar una buena cosecha. “La frecuencia y los milímetros que necesita el campo otra vez estarán ausentes”, señalan desde el sector agrícola, advirtiendo que la situación afectará gravemente la economía rural.
El SMN concluyó que, de acuerdo con los modelos dinámicos y estadísticos, la probabilidad de que La Niña continúe desarrollándose se mantendrá alta durante lo que resta de la primavera y el verano, lo que no augura una mejora en las condiciones climáticas en el corto plazo.
La falta de lluvias también representa una amenaza para el abastecimiento de agua potable en algunas regiones, así como para los ecosistemas que dependen de ciclos hídricos estables. (Fuente: Noticias Argentinas)