El mundo del espectáculo argentino se sacudió con las recientes declaraciones del panelista televisivo Pepe Ochoa, quien reveló que la popular artista Fátima Florez le debe una considerable suma de dinero a los bailarines que la acompañaron en su gira por Estados Unidos.
Según Ochoa, la cifra asciende a una fortuna en dólares, además de una deuda de $20-000 al teatro de Los Ángeles donde se presentó. Ante esta situación, la institución tomó la drástica decisión de retener parte del vestuario de Florez como medida de seguridad.
“Abandono de empleados, estafa a empleados. Un famoso artista contrata personal y, de repente, las cosas no salen como él quiso. Nunca les pagó, los abandonó”, declaró Ochoa en un tono contundente.
Revuelo
La situación generó un gran revuelo, no solo por las implicaciones económicas, sino también por el impacto que esto tiene en la reputación de la artista. Ochoa continuó explicando que, tras una serie de funciones que no lograron llenar las expectativas, el equipo decidió retirarse, lo que llevó a que el teatro retuviera varias pertenencias del elenco como forma de garantía ante el incumplimiento de pago.
La denuncia y sus consecuencias
Pepe Ochoa también se hizo eco de la denuncia que se presentó contra Fátima Florez, en la cual los bailarines expresan su indignación por lo ocurrido. “Nos estafaron olímpicamente. Hicieron tres shows, no le pagaron a nadie y ahora andan como si nada hubiera pasado”, le, enfatizando el descontento del equipo que trabajó en la gira.
Los bailarines afirmaron que, a pesar de haber ensayado durante cuatro semanas, solo recibieron pago por tres y que, cuando llegó el momento de las funciones, les prometieron que se les pagaría al iniciar el espectáculo, promesa que nunca se cumplió. “Se borraron sin pagarnos la última semana de ensayo”, lamentó Ochoa.
“La persona que me está escribiendo dijo que no había más plata”, indicó, sugiriendo que el desfalco podría haber sido mucho mayor de lo que se pensaba inicialmente.
(Con información de La100radios)