Los animales son una de las especies que más fueron perjudicadas en el último tiempo por los cambios climáticos. En esta ocasión, se dio a conocer el pedido de ayuda a dos vacas que quedaron empantanadas en cercanías de Villa Elisa.
Fue en el arroyo Vergara, precisamente en el paso por la ruta provincial 130 en Entre Ríos. Allí se encuentran a los gritos, según publicó Infor Villaguay.
Además de ello, se tuvo que lamentar la muerte de tres vacunos que también se encuentran sobre el arroyo en territorio entrerriano.
En base al comentario de un vecino, se solicitó poder sacarlas con algún tractor del lodo acumulado.
La comprometida situación ganadera en la zona del río Paraná
La persistente bajante del río Paraná afecta a los productores ganaderos que tienen sus animales en la zona de islas. Los vacunos, en su desesperada búsqueda de agua y comida, quedan atrapados en la orilla y, debido a su deteriorado estado físico, no pueden salir y mueren.
“Llevamos 50 vacas muertas; solo quedan sus terneros. Las vacas estaban muy débiles, se empantanaron y, al intentar moverse, quedaron tiradas y debilitadas por la falta de alimento”, contó un productor ganadero de San Pedro, Martín Colón.
En total, se estima que hay entre 8000 y 10.000 cabezas en la zona de islas de ese partido bonaerense. “Tengo 40 años y nunca había vivido una situación tan mala como esta. Es devastador, tanto emocional como económicamente, porque la pérdida de animales es enorme y la recuperación será difícil”, agregó al dar cuenta que él tenía entre 200 y 250 animales.
“Primero tuvimos una creciente que inundó todo; ahora el nivel del río bajó demasiado. La orilla del Paraná está seca, y los animales no tienen dónde tomar agua. Cuando intentan hacerlo, se quedan atrapados en el barro. Además, las fuertes heladas quemaron el poco pasto que teníamos, por lo que ahora están sufriendo por la falta de comida y agua”, explicó a La Nación.
“Estamos tratando de mantener a los animales en los corrales y hacer lo posible por rescatar a la mayor cantidad”, dijo. Es que, para enfrentar esta situación, el productor está reuniendo la mayor cantidad de animales posible y convirtiendo los corrales en una especie de feedlot, donde suplementan con alimentos balanceados y agua.