Después de intensas negociaciones con la UIA y la CGT, el Gobierno finalizó los detalles de la reforma laboral que busca reglamentar esta semana.
La principal novedad es el nuevo sistema de despidos basado en un fondo de cese, que incorporará a las aseguradoras para gestionar los aportes de las empresas destinados a las indemnizaciones de los trabajadores. Esta medida está diseñada para reducir los juicios laborales y reformar el proceso de despido.
Desde la promulgación de la Ley Bases en julio, el Ejecutivo ha avanzado en varias áreas, incluyendo la reforma del Estado, el régimen de inversiones RIGI y las privatizaciones.
Sin embargo, el módulo laboral, que incluye el despido por bloqueo, la figura del trabajador independiente que puede contratar hasta tres empleados y el nuevo fondo de despidos, no había sido resuelto hasta ahora. “Estuvimos trabajando todo el fin de semana, la idea es que salga esta semana”, confirmaron fuentes oficiales.
Flexibilización laboral y expansión del mercado de capitales
El nuevo esquema de cesantías tiene un doble objetivo: flexibilizar el mercado laboral y expandir el mercado de capitales. Por un lado, se busca permitir que empresas y trabajadores “van a poder diseñar el sistema que quieran”, como explicó el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger.
Por otro, se pretende abrir un nuevo negocio para las compañías aseguradoras y financieras, que podrán invertir los fondos en acciones, bonos y fondos de pymes.
Este sistema de fondo de cesantías, que reemplazará la indemnización por despido sin causa, se inspira en el esquema del gremio de la construcción (UOCRA). Deberá ser acordado con los gremios en cada convenio. Si el gremio acepta el sistema, el empleador deberá hacer un aporte mensual a acordar sobre la remuneración computable y podrá optar por contratar un sistema privado de capitalización para solventar la indemnización.
Detalles del nuevo esquema y su impacto en las aseguradoras
El nuevo sistema se puede acordar de diversas formas, según un funcionario del Gobierno. Puede ser una especie de seguro con un aporte menor que se paga al momento del despido, o un seguro de retiro que sea parte del sistema con indemnización distinta, o incluso un sistema de capitalización individual regulado por el Banco Central.
Los últimos ajustes se realizaron tras conversaciones con la Secretaría de Trabajo, el Ministerio de Desregulación y el Ministerio de Economía.
Durante una reunión, los directivos de la cámara de compañías de seguros de retiro y vida (AVIRA) ratificaron su interés en el nuevo esquema al secretario de Finanzas, Pablo Quirno. “Lo estamos evaluando”, respondió el funcionario.
Las aseguradoras, inspiradas en el modelo chileno, buscan ofrecer una “caja de ahorro” donde el empleador deposite un porcentaje del salario, que el trabajador podrá retirar en caso de despido o renuncia.
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