Los organismos encargados de la seguridad en Chile se mostraron evasivos y tras una reunión, se definió que no habrá hinchas visitantes en la serie de cuartos de final entre Colo-Colo y River por la Copa Libertadores. A pesar de la grata experiencia que dejó la presencia de entre River y Talleres, se decidió que solo haya público local en esta serie.
El encuentro de ida se disputará el 17 de septiembre en el estadio Monumental de Santiago, mientras que la vuelta se realizará en el Antonio Vespucio Liberti, del barrio porteño de Núñez, una semana después.
En la anterior ocasión, la dirigencia encabezada por Jorge Brito había recibido unas 4 mil entradas para comercializar entre los socios que querían viajar al Mario Alberto Kempes de Córdoba. A su vez, Talleres obtuvo el mismo monto para sus hinchas en la tribuna Centenario Alta, la que da espaldas a la Avenida Figueroa Alcorta.
"Demostramos que estamos preparados para recibir visitantes. La gente de River fue muy educada en Córdoba. Dependemos de las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires y de Chile. Estamos a la expectativa. Nosotros queremos que haya visitantes, creemos que es parte del espectáculo. Pero respetaremos lo que digan las autoridades", señaló el presidente del Millonario unas semanas atrás.
Por otra parte, Aníbal Mosa, mandamás de Colo-Colo, había salido a declarar en una sintonía muy similar a la de Brito. "Estamos en una situación donde tenemos que acatar las instrucciones que dan las autoridades. La verdad es que encontramos buena predisposición tanto en la dirigencia de River como en el delegado de la Conmebol para que haya público visitante en ambos partidos”, indicó.
A pesar de la buena voluntad que mostraron los líderes, la realidad marca que la seguridad de ambas ciudades no estaba completamente convencida de la idea y River prefería guardarse esos 4.000 lugares para sus socios. El Cacique quería hospedar a los argentinos, pero el programa Estadio Seguro de Chile, equivalente al Tribuna Segura de la AFA, recomendó que no lo hiciera. Además, iba a ser extraño que un partido se jugará con visitantes y el otro solo con locales.
¿En dónde radicaban las inseguridades de la mesa chica?
En primer lugar, el equipo de Jorge Almirón no pudo gozar del apoyo de su público frente a Junior, en los octavos de final, como tampoco lo hizo el elenco colombiano en Chile por disposición de los organismos rectores.
En junio de este año, habían suspendido un amistoso entre el Cacique y Universitario porque la barra chilena arrojó una horda de fuegos artificiales al campo de juego, además de atacar a la parcialidad peruana. Un hombre de Colo-Colo murió esa noche luego de ser asaltado en las inmediaciones del estadio por barrabravas de la U.
En este sentido, en Buenos Aires tampoco se olvidaban de los disturbios que se produjeron con la Policía en 2023 en La Bombonera, cuando el cuadro trasandino visitó a Boca en la quinta fecha de la fase de grupos del máximo certamen continental. Algo parecido había ocurrido en Mendoza durante la visita del conjunto chileno a Godoy Cruz. Este cóctel derivó en una nueva serie sin hinchas visitantes, para la tristeza de los fanáticos riverplatenses que planificaban un viaje al otro lado de la Cordillera de Los Andes.