El mundo del fútbol está de luto por el fallecimiento de Sven-Göran Eriksson, exentrenador sueco que marcó una era tanto en el fútbol europeo como internacional. Nacido en Sunne en 1948, falleció a los 76 años tras una ardua batalla contra el cáncer de páncreas, diagnosticado en enero de 2024.
“Luego de una larga enfermedad, SGE falleció durante la mañana en su casa rodeada de familiares. Los dolientes más cercanos son la hija Lina; su hijo Johan con su esposa Amana y su nieta Sky; padre Sven; su novia Yanisette con su hijo Alcides; hermano Lars-Erik con su esposa Jumnong. La familia pide respeto por su deseo de guardar luto en privado y no ser contactados”, fue el comunicado oficial que se publicó tras la trágica noticia.
En enero de 2024, Eriksson anunció públicamente en la radio sueca P1 que había sido diagnosticado con un cáncer de páncreas inoperable y que los médicos le habían dado aproximadamente un año de vida. En sus propias palabras, declaró: “Todo el mundo puede ver que tengo una enfermedad que no es buena, y todo el mundo supone que es cáncer, y lo es, pero tengo que luchar contra ella el mayor tiempo posible”.
We are deeply saddened to learn of the passing of former England and Manchester City manager Sven-Goran Eriksson.
Our thoughts and condolences are with Sven's family and friends. pic.twitter.com/bY6HPtrwsU
— Premier League (@premierleague) August 26, 2024
"La vida no es 100%"
A pesar de su diagnóstico, Eriksson mantuvo una actitud positiva hasta el final. En declaraciones recogidas por el periódico británico Mirror, expresó: “Espero que me recuerden como un tipo positivo que intentaba hacer todo lo que podía. No lo lamenten, sonrían. Gracias por todo, entrenadores, jugadores, público, ha sido fantástico. Cuídate y cuida tu vida, y vívela, adiós”.
“La vida no es 100%. He tenido inyecciones durante muchos meses, ahora (los médicos) cambian a pastillas. Hay muchos efectos grandes en la garganta y la nariz, pero eso es parte de ello y puedo vivir con eso. Sé que la vida no durará para siempre. Pero estoy bien”, relató crudamente en el documental biográfico SVEN de Amazon Prime Video. La detección de esta enfermedad lo llevó a pasar casi la totalidad de su tiempo bajo la calma de su casa en la ciudad sueca de Sunne junto a sus hijos y su pareja desde hace 15 años, Yaniseth Bravo. “Sunne es un muy buen lugar al que regresar. Se ha reasentado y creo que ha encontrado paz”, expresó su amigo cercano, Anders Runebjer.
Una de las últimas apariciones públicas de Eriksson fue en Anfield, el estadio del Liverpool, equipo del que fue un ferviente seguidor durante toda su vida. El 23 de marzo, durante un partido benéfico que enfrentó a las leyendas de los Reds contra las leyendas del Ajax, Eriksson tuvo la oportunidad de dirigir a ex jugadores del calibre de Ian Rush, John Barnes y Jerzy Dudek, ante más de 60.000 espectadores presentes. Jürgen Klopp, técnico del Liverpool, mostró su respeto y admiración por Eriksson, declarando que estaría encantado de recibirlo en Anfield y permitirle sentarse en su despacho y ‘hacer su trabajo durante un día’. Este gesto subrayó el profundo impacto que el DT dejó en el mundo del fútbol.
L'#ASRoma piange la scomparsa di Sven Goran Eriksson. Ha guidato i giallorossi dal 1984 al 1987 conquistando una Coppa Italia. Il nostro pensiero va ai suoi familiari in questo momento di dolore. pic.twitter.com/5DnqI5U4B3
— AS Roma (@OfficialASRoma) August 26, 2024
Trayectoria
Eriksson comenzó su carrera como entrenador a finales de la década de 1970 en Suecia. Su primer gran éxito lo obtuvo con el IFK Goteborg, equipo con el que ganó la liga sueca y la Copa de la UEFA en la temporada 1981-1982. Estos éxitos le abrieron las puertas a una brillante carrera que lo llevó a pasar por clubes de renombre en Italia como Roma, Fiorentina, Sampdoria y Lazio.
Con las Águilas, Eriksson vivió momentos inolvidables, llevándolos a ganar el Scudetto en la temporada 1999-2000, junto a una Supercopa de Europa y una Coppa Italia. Además, Eriksson coleccionó victorias en Portugal, dónde entrenando al Benfica ganó tres ligas, una Taça de Portugal y una Supercopa Portuguesa.
Sin embargo, en el recuerdo de todos los fanáticos quedará el hecho de que Eriksson rompió barreras al convertirse en 2001 en el primer seleccionador extranjero de la selección inglesa, los Three Lions. Bajo su mandato, Inglaterra alcanzó los cuartos de final en el Mundial de 2002, la Eurocopa de 2004 y el Mundial de 2006. Durante su tiempo con el equipo inglés, Eriksson fue reconocido por su estilo táctico y su habilidad para gestionar a jugadores de talla mundial.