El hecho ocurrió sobre avenida Chacal de barrio Uocra, en la zona norte de Córdoba, cuando un hombre junto a su hija de 14 años frenaron a hacer una compra en una carnicería de la cuadra.
El hombre de 43 años descendió de su Peugeot 206 y entró al comercio ubicado a unos 20 metros. Pasaron apenas unos segundos para que la situación se tornara estremecedora.
Un delincuente armado y vestido de rojo, que seguía toda la escena desde una moto con un cómplice, aprovechó ese instante y se subió al vehículo que había quedado abierto.
En la parte trasera del auto se encontraba la adolescente, quien demoró un segundo en percatarse de lo que ocurría. Amenazada con el arma y entre insultos, y gritos, la chica se lanzó y de milagro logró escapar.
Mientras tanto, su padre escuchó los gritos y salió corriendo al ladrón, pero no pudo recuperar su rodado. Más allá de la pérdida material, reconoció que su gran preocupación pasaba por su hija.
“Lo primero que pensé fue en ella, me entró la desesperación y el acto reflejo fue perseguirlo, pero ahora me arrepiento porque me podría haber matado de un tiro”, contó Lucas.
Con la voz quebrada, reveló que la adolescente “sigue en shock y hace dos días que no duerme. Mi cabeza está puesta en mi familia y no en el auto, lo material puede volver o no”, reflexionó.
En ese sentido, el hombre, que trabaja como empleado en un complejo, también se lamentó por los golpes de la inseguridad en Córdoba. “Las lágrimas de mi hija y mi esposa es porque ven el esfuerzo que hacemos para tener un auto y ganarnos la vida... si el auto no aparece, tendré que empezar de nuevo, soy un laburador”, cerró el vecino.